Capitulo 23.

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Nota de la autora:  Mis bebes, recuerden leer la novela "Si puedes dominarme"  de Nicauris Salcedo desde Sweek, o por esta app.

Los quiero.

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-¿Es en serio Rebecca? -Me pregunta Silvia claramente decepcionada.

-No teníamos mas opción. -Contesto.

Estábamos en la hora de almuerzo de la escuela, solo Silvia y yo, Jonathan aun se encontraba en recuperación y Taylor no había llegado al comedor. Le acababa de contar el suceso con mi madre, pero obviamente omití algunos detalles.

-No tonta, ¿Qué si ensero encontraste a tu madre y al padre de Taylor? - Me cuestiona, realmente pensé que se enojaría por sabotear la cita de mi madre.

-No me recuerdes eso, ni siquiera estaban teniendo sexo, y no logro borrar esa imagen de mi mente. (Ni unos cuentos sucesos que también transcurrieron esa noche). 

-Me lo imagino. -Me dice mientras  ríe.



En cada receso del  día luego del comedor Taylor y Silvia estuvieron muy cercanos, de hecho desde el fin de semana, estaban muy unidos.

En la ultima hora del lunes la materia que me corresponde es historia y me aburro mucho para ser sincera, bueno, me aburro en cada materia, de cada hora, de cada día, pero historia entra en el top cinco de las menos agradables.

Pedí permiso al maestro para ir al baño (Y dar un pequeño recorrido a la escuela), salí de el aula lo mas rápido posible, camine hasta el baño de chicas, lave mi cara con un poco de agua del lavamanos y me fui al lado contrario del aula de historia, camine hasta la cancha de la escuela, con la intención de sentarme durante los últimos 30 minutos de clases.



Silvia.

La ultima hora de los lunes son los peores para mi, la clase de educacion física no es mi preferida, el maestro siempre se duerme en una pequeña silla, mientras nos obliga a correr por todo el patio. -Odio los malditos lunes. -Pienso. -Valla, ya me estoy pareciendo a Rebecca. -Vuelvo a pensar mientras rio sola.

Levante la vista y pude ver a Taylor desde la sombra de un pequeño árbol, mirándome correr, ese chico provoca algo en mi, algo fuerte, pero no se si debería darme la oportunidad, Rebecca dice que debo soltar, y a veces siento que tiene razón.

Mire a el maestro y como lo espere, estaba mas que dormido, corrí hacia Taylor, deteniéndome frente a el.

-¿Que haces fuera de tu aula? -Pregunto con la voz agitada, correr no era lo mío.

-Quería verte, simplemente. -Me dice, no puede ser mas tierno. No dije nada solo pude sonreír y bajar la mirada para ocultar el rubor de mis mejillas.

Sostuvo mi brazo y me llevo con el. -¿Taylor donde me llevas? -Pregunto en voz baja.

-Solo sígueme. -Me dijo, mientras yo observaba a mis compañeros correr aun, y el maestro continuaba durmiendo.

-¿La cancha? -Pregunto al detenernos tras los asientos de la cancha de baloncesto.

-Solo quiero estar a solas contigo, no importa el lugar. -Me aclara mientras se acerca a mi y sostiene mi cadera con una de sus manos.

-Taylor. -Brota de mis labios, como un susurro.

No dijo nada, solo se acerco a mi,  se encontraba a centímetros,  y su mano libre toco ligeramente mi barbilla obligándome así a elevar la vista encontrándome con la suya, sentía la presión de su mano  impulsando a juntar nuestros cuerpos, sentía su respiración, estaba nerviosa, mis manos sudaban, mi cuerpo temblaba, mi corazón palpitaba como nunca. ¿Qué diablos es este sentimiento?

No pude contestar esa pregunta, solo sentí el impacto de nuestros labios, me beso, no se apresuro, me deje llevar por su ritmo, suave, lento, delicado. 


Taylor

No puedo creer que me halla atrevido a hacerlo, bese a Silvia, la bese. ¿Lo estoy haciendo bien? ¿Le gustara? Mejor no me apresuro, no quiero arruinar nuestro primer beso, no quiero dejarme llevar por los impulsos y que piense que solo la utilizare.

Quería capturar en mis recuerdos cada segundo, cada movimiento, el sabor de sus labios, su textura.

Estoy seguro de que si Thimothe escuchara lo que estoy pensando diría. "Te perdí, suenas como tonto" (Sal de mi puta cabeza Thim...)



Rebecca


Igual de solitaria que siempre, la cancha a esta hora siempre esta sola, por eso es mi lugar favorito para esconderme cuando una clase me aburre o cuando simplemente no estoy de humor.

Llevaba un tiempo sin ir, era mas común cuando mi madre no estaba en casa, cuando me sentia sola, cuando Thimothe no habia llegado a mi vida.

A mis pensamientos llegaron esos malos recuerdos.

-Rebecca tiene fugas.

-Rebecca tiene fugas.

-Rebecca tiene fugas.

-Déjenme, déjenme sola. -Le grite a todos, solo era una niña de catorce años, rodeada por un grupo de estúpidos que me molestaban.

Corrí, corrí sin dirección hasta llegar a la cancha de la escuela, me dirigí hasta el ultimo escalón, a la parte mas alejada y oscura.

Coloque mi cara sobre mis rodillas, y me quede allí, sollozando sin control, hasta que. -¿Rebecca?  -Escuche la voz de Silvia.

-Te busque por todos lados, me contaron lo que paso en el comedor, ven, tengo una toalla, te enseñare a usarla. -Me sostuvo del brazo y me llevo hasta uno de los baños.

-¿Tía Rosa no te enseño cierto? -Pregunta antes de entrar al baño. -Ni siquiera esta en casa. -Contesto.


Escuche un ligero suspiro, casi imperceptible que me hizo regresar al mundo real,  entre y camine buscando el origen de aquel curioso sonido. ¿Hay alguien mas aquí? Continúe caminando hasta los asientos, y justo cuando gire hasta la parte trasera.

-¡Mierda! 


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Nota de la autora: ¡Hola a todos! este es un capitulo super corto, se que tengo algunos días sin actualizar la historia, pero aquí esta, el nuevo capitulo. 









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