Capítulo 13.

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2 de Mayo, 2021.
Londres, Inglaterra.

Estoy mirando unos informes, que realmente no entiendo, cuando escucho que tocan a mi puerta.

-¡Pase!-Hablo lo suficientemente fuerte como para que se me escuche del otro lado.

La puerta se abre mostrando al hermoso hombre que está intentando reconquistarme con fuerza.

-¿Qué tienes para mí?-Pregunto recostandome sobre mi silla.

-Lo que tú quieras...-Me sonríe mientras cierra la puerta.

Me muerdo el labio inferior cuando se queda parado en el medio de mi oficina y ve el nuevo gran sofá que hice que pongan aquí, se sentía muy grande el espacio en realidad.

-¿Ya te tienes que ir?-Pregunto mirando mi reloj.

Me sorprendo al ver que ni siquiera pasó una hora desde que deje a Damon solo con mi hermano, literalmente aún no son ni las 9:30 AM. Mierda, tendría que estar en la cama con mi hijo viendo alguna película, en cambio estoy aquí solo para ver unos informes, nada oficial.

-No me quiero ir...-Murmura y hace un puchero que logra que mi corazón duela un poquito, en este momento parece un niño que no quiere hacer lo que se le ordena.

Me levanto de mi lugar y me acerco a él. Cuando lo tengo frente mío paso mis manos por su rostro y pongo la parte de la visera de su gorra para atrás.

-Después de Mónaco nos veremos-Murmuro-, tú tranquilo, no nos iremos a ningún lado...

Daniel asiente y sin mucho impedimento posa sus labios sobre los míos, para besarme de forma casta.

-Estas muy linda hoy...

Me río al notar que me está viendo sin mi uniforme de policía y con algo que no sea un pantalón de chándal. Hoy decidí ponerme un jean y sentirme aunque sea un poquito bonita.

-Es que los casi veintiocho hacen estas cosas...-Le contesto finalmente.

Sonríe y deja un corto beso sobre mis labios nuevamente.

-¿Te puedo pedir un favor?-Murmuro mirándolo a los ojos.

-Lo que sea, rusita.

Paso mis manos a su nuca y cierro los ojos mientras rozo mi nariz con la suya.

-Besame bien, Dan-Murmuro con su rostro prácticamente pegado al mío.

El Australiano no lo duda. Sin mucho problema pasa su lengua por mi labio inferior y finalmente tironea de el con sus dientes, deja un corto beso y por fin se digna a besarme con propiedad. Siento como su lengua en un sexy movimiento se abre paso entre mis labios y se entrelaza con la mía, haciendo que me sea inevitable no gemir. Sus manos se dirigen a mi trasero y me levanta de mi lugar sin mucho problema. Mis manos se dirigen a su gorra la cual rápidamente la hago desaparecer para dejar que mis dedos se pierdan en su cabello, más precisamente entre sus bucles.

Siento que se mueve un poco conmigo aún en brazos y me apoya contra una de las paredes de la oficina.

-Te voy a extrañar-Me dice cuando nos separamos por la falta de aire.

Paso una de mis manos por su barba y sonrío feliz ante la sensación rasposa que genera.

-Volverás, ¿o no?-No puedo evitar preguntar-. Sé que vives en Mónaco y que...

-Volveré contigo y Damon, rusita-Me dice seguro-, ya verás.

Asiento con la cabeza y miro hacia el sofá.

-¿No te quieres sentar en el sofá?

Él me mira con una media sonrisa.

-¿Por qué yo querría eso?

Última vuelta [Daniel Ricciardo] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora