29 de Marzo, 2021.
Woking, Inglaterra.Daniel Ricciardo.
Veo la hermosa camioneta estacionada afuera de la fábrica y silbo.
-Que belleza-Murmuro para mí mismo.
Busco detrás mío a mi mejor amigo, al no verlo ingreso a la fábrica sabiendo que ahí lo voy a encontrar. Al estar dentro, no tardo en reconocer en el medio del lugar su gloriosa espalda.
-¡Amigo no sabes lo que acaba de ocurrir!-Grito acercándome a él.
El lugar se vuelve pequeño al ver a la mujer que recuerdo a diario, esa mujer a la que besé y a la única que le hice el amor toda la noche. Está distinta, su cabello se volvió más oscuro, sus rasgos muestran más dureza, pero sigue siendo ella, sigue siendo la hermosa mujer que conozco desde que tiene apenas siete años.
-¿Rusa?-Jadeo.
Veo como tensa la mandíbula y huye de nosotros. Pero no puedo dejarla ir, necesito hablarle, necesito... Mierda, soy un imbécil.
-Espera, Nikova-Le digo cuando pasa por mi lado, sosteniendo su pequeña mano con delicadeza.
Sus ojos chocan por unos segundos con los míos y veo todo el dolor que yo le cause, fui un jodido idiota. Quiero que ella me escuche pero, sin siquiera darme tiempo a reaccionar, ella me da una bofetada.
-Oh, mierda-Jadea Michael.
Me paso la mano por el rostro, ya que, realmente la mujer frente a mi sabe golpear.
-Bueno, esa me la merecía-Hablo sin poder creerlo.
-No me viste-Me gruñe posicionándose frente a mi, sin mucho esfuerzo noto que ella sigue de la misma altura que hace tantos años, por lo que solo tengo que bajar un poco mi rostro para verla cuando me sigue hablando-. ¿Me oyes? Tu no sabes nada de mi y yo no sé nada de ti. Mantengamos la distancia.
-Rusa, por favor...
Ella no me escucha y se va prácticamente corriendo. Miro a Michael que parece tan sorprendido como.
-¿Qué carajo haces aquí?-Me habla él-. ¡Ve detrás de ella, hombre!
-Pero me dijo...
-¡Por Dios, Daniel!-Gruñe cansado-. Esa mujer es la misma que no te puedes sacar de la cabeza hace ya tantos años, haz algo.
-Ella no me quiere ver...
Me está por contestar, pero no lo hace al ver en la misma dirección que yo, ambos somos testigos de como la chica de Lando sale corriendo del ascensor, y pese a mi sorpresa, no puedo evitar preocuparme al ver sus ojos brillosos y sus gestos de dolor.
-¿Salem?
-Necesito irme-Dice ella dispuesta a pasar por mi lado.
-¡Te quiero!-Es lo que se escucha antes de que yo pueda decir o hacer algo. Dejo de mirar a Salem para encontrarme con Lando bajando del otro ascensor-. Y a riesgo de poder quedar como un imbécil por decírtelo delante de todo el mundo, lo volvería a gritar. Te quiero porque eres a la mujer que le enseñe a conducir...
Dejo de escuchar y cierro los ojos con dolor. Mierda, yo le tuve que haber dicho algo así a Nikova... Y, quizás, ella no se fue aún...
Miro a Michael que asiente con la cabeza como entendiendo lo que se me pasa por la mente y salgo corriendo del lugar. Apenas me encuentro afuera la veo caminando hacia la misma camioneta que elogié hace unos minutos.
-¡Nikova!-Grito para llamar su atención.
Ella al oír mi voz se frena, antes de siquiera tocar la puerta de su vehículo, y se da la vuelta para verme de frente.
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Última vuelta [Daniel Ricciardo] ✓
FanfictionMe enamoré de él siquiera antes de saber lo que es el amor, antes de entender que era amar. Me enamoré sin dudarlo. Pero los enamoramientos más longevos y los casi algo son lo que más duele. Han pasaron más de veinte años de la primera vez que lo ví...