-Entró un tirador al edificio.
Inmediatamente me pongo en alerta y me levanto de mi lugar, mientras en todo el edificio se escuchan corridas y ese tipico ruido que viene de la mano del caos.
-¿Y Lola?
-Entra en una hora a su turno.
El no tener a la novia de mi amiga aquí es un alivio. Junto a Rachel salimos de la oficina en dirección a la habitación en donde nos preparamos quienes somos parte de las fuerzas especiales. Veo como algunos de mis agentes se están poniendo chalecos antibalas y tomando sus armas.
-¿Cómo es que entró?-Pregunto en general.
Ziggy, la última chica incorporada, habla.
-Se hizo pasar por conserje y apenas pasó su bolso por revisión... Mató a Fiona de un disparo en la cabeza, Nikova.
Cierro los ojos al escuchar la noticia de la muerte de nuestra recepcionista. Era joven, un poco entrometida, pero siempre estaba dispuesta a ayudar y a darle un dulce a mi hijo mientras creía que no la veía.
-Manténganse alejados del hijo de puta e intenten sacar a la mayor cantidad de gente-Ordeno de manera firme para luego mirar a Rachel-. Necesito que cubras mi espalda.
-Como siempre...
Asiento con la cabeza y miro a todos los presentes.
-Si lo tienen cerca no duden en disparar y correr, ¿se entiende?
Mis agentes asienten con la cabeza y empiezan a salir del lugar para dejarnos a Rachel y a mí solas.
-¿Un puto tirador?
-No sabemos de que se trata esto pero como la mierda que lo sabremos-Murmuro.
Abro mi locker donde se encuentra mi chaleco antibalas y dos de mis armas más discretas, sacó todo y mientras me alisto, veo esa carta que todos los policías de fuerzas especiales alguna vez escribimos, esa carta que rezamos que nunca deban leer nuestras familias, la mía claramente es para Damon.
-Nik...
Volteo mi rostro y veo a Rachel que está asomando la cabeza por la puerta mirando hacia el pasillo.
-Se escuchan pasos cerca...
Me muerdo el interior de la mejilla al oír dos disparos seguidos y miro a mi compañera que gruñe.
-No seas una heroína-Le digo poniéndome frente a ella-. ¿Me oyes? Te quiero ver viva, Rachel.
Ella me muestra una sonrisa soberbia y me guiña el ojo.
-Aún debo casarme con Lola, no me iré tan fácil. Lo mismo te digo a ti, tienes que volver con Damon y Daniel, ¿entiendes?
-Soy la jefa y...
-Y eres madre, un niño depende de tí.
Asiento con la cabeza y la que se asoma por la puerta está vez soy yo, tomo una de mis armas con mucha fuerza y empiezo a caminar por el pasillo mientras comprendo que no hay luz en el lugar.
-¿Cuántos son?-Murmuro.
-Por lo que dijeron uno, ¿Por qué?
-¿En qué momento cortó la luz entonces?
-¿Qué?
Gruño y tenso la mandíbula.
-Son dos, Rach, uno ya estaba dentro seguramente. Al panel eléctrico de aquí no entra cualquiera y tardas en hacerlo funcionar...
-El infiltrado-Murmura mi compañera.
Escuchamos otro disparo y no puedo evitar que por mi cabeza pasen imágenes de mi hijo y de mi novio.
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Última vuelta [Daniel Ricciardo] ✓
FanfictionMe enamoré de él siquiera antes de saber lo que es el amor, antes de entender que era amar. Me enamoré sin dudarlo. Pero los enamoramientos más longevos y los casi algo son lo que más duele. Han pasaron más de veinte años de la primera vez que lo ví...