-A todo o nada-Gruñe para levantarme del suelo sosteniéndome de los muslos.
Al tener su rostro frente al mío me sorprendo al ver lo oscuros que se ven sus ojos. Me mira atento y no tarda más de dos segundos en pasar su lengua por mi labio inferior.
-Confio en ti, Dan. A todo o nada...-Susurro antes de volver a chocar sus labios con los míos.
Me trago su gemido en el momento que entierro mis dedos en su cabellera. Jadeo cuando él mete sus manos debajo de mi camiseta, más precisamente en mi trasero desnudo. En el momento que separa sus labios de los míos empieza a besar mi cuello, siento como pasa su lengua haciéndome casi temblar.
-Si tú no quieres...
No lo dejo hablar más. Aún con mis manos en su cabello hago que levante su rostro hasta el mío y con mucha determinación vuelvo a chocar sus labios con los míos. Gimo en el momento que sus manos aprietan más fuerte mi trasero.
Siento como camina pero verdaderamente no soy muy consciente de a dónde vamos. Me siento hechizada.
-Dime que quieres-Me habla mientras separa su boca de la mía.
-Te quiero dentro mío-Le contesto.
Abro los ojos (los cuales no sabía que había cerrado), para ver cómo el gran hombre camina conmigo en brazos en dirección a mi cuarto mientras se encarga de dejar besos en mi mandíbula, los besos pasan por la piel detrás de mi oreja para llegar a mi lóbulo.
Siento como mi espalda choca contra una de las paredes del pasillo para ingresar a cualquiera de las habitaciones.
-No sabes las ganas que tenía de hacer esto-Me gruñe al oído.
No me deja preguntar qué. Frente a mi mirada, lleva dos de sus dedos a su boca y los lame jodidamente delante de mí. De golpe mi zona íntima arde y mi lado de mujer celebra a chillidos.
-¿Solo me meteras dedo?-No puedo evitar jugar.
Daniel me muestra una gran sonrisa segura, sus ojos oscurecidos hablan por sí solos.
-Oh, rusa...-Me dice dejándome en el suelo.
-¿Qué haces?
Él sonríe más grande aún y pasa los dedos que recién lamió por mi boca. Sin poder evitarlo hago lo mismo, chupo sus dedos sin perder su mirada en mí, lo miro a los ojos y hago fuerza para no correrme de tan solo sentir la intensidad de su mirada. Mierda, ambos estamos jugando y yo quiero ganar.
-No lo soporto-Gruñe.
Separa sus dedos de mis labios para, de forma brusca y necesitada, besar mis labios. Mordisquea mi labio inferior haciéndome gemir. Siento su toque en mis piernas y pronto siento como por sobre mis bragas empieza a masajear.
-Necesito más-Gimo separandome y mirándolo a los ojos.
-¿Qué necesitas?
Lo miro con los ojos entrecerrados para pensar en mis opciones. Por lo que decido, sin perder de vista sus ojos, llevar esta vez yo misma dos de mis dedos a mi boca, los chupo y, una vez que siento que todo está donde quiero, llevo mi mano a mi zona íntima. Ante su atenta mirada aparto su mano, corro un poco mis bragas y empiezo a darme placer como necesito. Pongo los ojos en blanco en el momento que siento que Daniel pega más su cuerpo al mío, llevo mi mano libre hasta su nuca más que nada para mantenerme en pie y lo miro atenta.
-¿Tu te das cuenta lo jodidamente sexy que eres?
-¿Entonces porque no me estás follando?-Gimo sobre sus labios mientras aumento el ritmo de mi toque-. ¿Por qué no te tengo en mi boca?
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Última vuelta [Daniel Ricciardo] ✓
FanfictionMe enamoré de él siquiera antes de saber lo que es el amor, antes de entender que era amar. Me enamoré sin dudarlo. Pero los enamoramientos más longevos y los casi algo son lo que más duele. Han pasaron más de veinte años de la primera vez que lo ví...