Capítulo 40.

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11 de Marzo, 2022.
Londres, Inglaterra.

Daniel Ricciardo.

Nik está apagada, luego de que ella supiera que Lola está muerta todo fue muy rápido. Roma me llamó de urgencia explicándome el tema, por lo que tuve que levantar a mi hijo y pedir un vuelo privado para venir a casa.

Ahora mismo todo se fue a la mierda.

Rachel está en casa viviendo porque ya no puede ni siquiera respirar. La escucho a la noche llorar y lamentarse. Anoche hablé con ella y me dijo algo que aún no me puedo sacar del alma: "Cuando sabes que es el amor de tu vida y le perdonas cada mierda, sabes que estás jodido... Pero por mi puto orgullo perdí para siempre a mi amor", sus ojos eran tristes, su voz apenas salía como un susurro. El dolor la está consumiendo y nadie sabe cómo ayudarla.

En cuanto a Erick y a Owen, todos los medios de comunicación se enteraron de la corrupción de la policía londinense, es a tal punto la exposición que Nikova, por orden del jefe de seguridad de Reino Unido, tuvo que volver a su puesto como jefa, solo que está vez como jefa definitiva de toda la jodida policía de la ciudad. Lo peor igual no es esto, lo peor es ver el miedo en los ojos de ella, es ver cómo se aterra cada vez que tengo que salir de la casa o como vive hablando con Dexter. Siente culpa y teme que lo que le pasó a Lola sea solo el principio.

Una puta bomba a punto de estallar.

Dolor. Ese mismo dolor con el que hoy convive es el que temo que la enferme. Hable mucho con Sadie y con Madison, porque honestamente temo que el sentimiento que tiene la aleje. Es tal el temor que tengo que ahora mismo no la puedo dejar de mirar mientras duerme sobre mi pecho.

-Dan, duerme que mañana tienes que ir a Australia...

Beso su frente, sacando el flequillo que se ha cortado hace algunos días. Algo en mí se mueve en el momento que sus ojos avellanas se abren, dejándome ver aún cómo no se recupera de lo ocurrido hace algunas semanas.

-Volveré apenas termine esa carrera, rusa, ¿si?

Ella asiente.

-Lo sé, pero no te libraras de que uno de mis agentes vaya contigo.

-Si eso te tranquiliza, por mi bien...

Su sonrisa es honesta, besa mis labios muchas veces y luego mira su uniforme que descansa sobre el respaldar del sofá.

-Mañana Rachel vuelve a la policía...

Contengo la respiración y espero a que me siga contando.

-Ella quiere volver y, joder, la entiendo... pero es que-Se ríe mientras sus ojos brillan-, si a mí me dolió entrar a ese lugar... no me quiero poner mi un segundo en su lugar. Pensar que yo pueda ser la próxima que pierda a su amor me carcome, me tortura.

Es la primera vez que lo dice en voz alta, claramente algo de esto lo sospechaba, pero escucharlo venir de ella suena más crudo y real.

-Nik...

Ella besa mi mano.

-Puedo vivir en un mundo en el que se con certeza que soy mortal, pero la puta idea y el puto dolor de ser yo la que tenga que abrir una bolsa y verte...-Es la primera vez desde que mataron a Lola que Nikova se rompe.

Se rompe, pero se rompe de una forma tan dolorosa que no se por dónde empezar a consolarla. Su llanto es rabioso, es desesperante y hasta diría que agonico. Sus manos tiemblan y no puede dejar de sollozar. Cómo puedo me siento en la cama y la tomo de la cintura sentandola sobre mis muslos.

-Amor...

Nada, sigue sollozando y aferrándose a mi cuerpo. Verla en esta situación, ver su vulnerabilidad, su angustia y la tormenta que amenaza con retenerla me hace tener su mismo miedo, pero aún así no puedo dejar que ella lo vea, no aún.

Última vuelta [Daniel Ricciardo] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora