Capítulo 12.

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27 de Abril, 2021.
Londres, Inglaterra.

Ayer apenas deje a Daniel en su casa acordamos que él hoy venga a mi apartamento a ver a Damon. Hablando de mi niño, él está muy feliz en su nueva escuela y sé que ver a Dan le hará bien y, por sobre todas las cosas, feliz.

-Mami, ¿Podemos hacer un pastel hoy?

-Sí, cielo-Abro la puerta mientras sigo hablando-. ¿De qué quieres el pastel?

-¿Vainilla y fresas?

-De vainilla y fresas será.

Ambos entramos a nuestro hogar y nos reímos al ver a Dexter durmiendo en el sofá abrazado al peluche que usa Damon todas las noches.

-¿Puedo despertarlo?-Pregunta mi niño mirándome con una sonrisa inocente.

Asiento con la cabeza haciendo que su sonrisa crezca aún más. Mientras mi hijo despierta a mi hermano, me desabrocho mi cinturón y hago mi rutina diaria de guardar mi arma y mi placa en mi caja fuerte.

-¡Arriba Titi!-Grita mi hijo llamando hasta mi atención-. ¡Arriba que el Manchester United es el peor equipo de la historia!

Me doy la vuelta para ver como el pequeño de siete años salta encima de mi mellizo.

-¡Hijo!-Me río con fuerza mientras se sube encima de él y toquetea su rostro-. No pelees a tu tío.

-Solo lo estoy abrazando, mami-Me dice con una gran sonrisa inocente mientras le acaricia el hombro de forma exagerada.

Pongo los ojos en blanco y me adentro a la cocina al mismo tiempo que escucho la carcajada de mi hijo, me asomo un segundo para ver como mi hermano lo abraza y se acuesta con él abrazándolo como si fuese un peluche.

Mi celular suena y me fijo al ver que es un mensaje.

Daniel: Estoy yendo, ¿Llevo algo?
Yo: No, Dan.
Yo: Te informo que está Dexter en casa.
Daniel: ¿Soy como tú amante y tengo que ir de encubierto?
Yo: Eres el hombre al que mi hermano molestará y joderá.
Yo: Si no quieres o no puedes venir no me enojaré.

Mi celular suena con una llamada y atiendo rápidamente.

-¿Qué parte de que los quiero en mi vida a Damon y a ti es la que no entiendes?

Me muerdo el labio inferior y miro por la ventana que tengo en la cocina.

-Solo te avise...

-Rusa, sé que tengo que hablar con tu familia y lo haré, no estoy para jugar contigo.

Suspiro y pienso unos segundos en mi respuesta.

-Por la tarde iré al entrenamiento de Damon ahí juega un pequeño partido, si quieres...

-Iremos juntos, entonces-Me habla muy convencido-. ¿Realmente no quieres que lleve nada?

-No, no, tendrás que venir con ganas de batir porque haremos un pastel.

Escucho su carcajada.

-¿El de chocolate sigue siendo tu favorito?

¿Cómo es que aún recuerda estas cosas este hombre? Es la pregunta que resuena en mi cabeza, y pese a eso, me obligo a responder a la pregunta que él me hizo con coherencia.

-Me gusta mucho el pastel de chocolate cubierto de chocolate blanco, es el que solemos hacer más seguido con Damon.

-¡No hables de esas cosas demoníacas, Nikova!-Gime en voz alta-. Dios santo, Michael me matará si se entera que mis pensamientos se están yendo muy lejos de sus dietas.

Última vuelta [Daniel Ricciardo] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora