Él cree en las sensaciones raras.
Ella en las personas tormenta.
......
Jasper Klein termina en Nashville, Tennessee, sin saber muy bien por qué. Lo poco que sabe es que su padre no puede seguir trabajando y que la casa de sus abuelos se ha puesto e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pienso que, hay varias cosas que definitivamente no hay que hacer en la vida.
Como decir adiós al despedirse, para tan solo no dar fin a los momentos. Como levantarse a ciegas y palpar con la planta del pie el camino, para tan solo no darnos de golpe contra una pared o hasta puede que, quizás, no debatir con tus padres sobre algo en lo que sabes ellos tienen la razón. Pienso, además, que otra de esas cosas que no debemos hacer es dejar ir nuestros sentimientos.
—¿Crees que hay vida después de la muerte? —recuerdo habérselo preguntado a Jasper, recuerdo haberlo hecho con una necesidad insana de respuesta.
—Tan solo sé que hay vida y muerte, no sabría sí la vida es después de la muerte o antes de ella —y esa fue su respuesta. Recuerdo esa conversación entre las pocas que tuvimos luego de la discusión, luego de lo que ahora llamaré "la brecha" donde tanto él como yo debimos no haber hecho más que ignorarnos.
Ser cautelosos, recelosos y, sobre todo, egoístas. Nunca, de los nunca, permitir que de nuestra boca salga las mismas palabras que ya han salido de la mía: tú eres de esas personas por las cuales uno agradece al cielo el que hayan aparecido. Golpeo mi frente contra el pupitre, siento la mirada de mis compañeros sobre mí y muerdo mi lengua para evitar maldecir.
Tonta. Tonta. Tonta.
¿Cuándo olvidé todo eso? ¿Desde cuándo soy Erin la valiente? No, nunca lo he sido. Tan solo se trata de que, ha sido culpa de Jasper. Sí, ha sido culpa de él que de todos los sentimientos que pude haber experimentado en nuestra profunda conversación el único que sentí fue deseo. ¡Deseo por él! ¡Deseo que, por una buena vez en toda mi vida, alguien me eligiera y no decidiera por mí dejarme atrás!
Tonta. Tonta.
Ahora le he dicho más de lo que en realidad debí haberlo hecho.
—¡El equipo tendrá partido esta noche! —el presidente del instituto vitorea junto a los demás. Levanto la mirada, me sobo el golpe y busco a Alba por todo el salón. La encuentro apresurada saliendo, justo en el momento en que la campana de salida resuena— ¡Quiero verlos a todos apoyando al equipo!
Me apresuro, tomo mis cosas a cómo puedo y las aviento dentro del bolso. Me lo echo al hombro y salgo sin mirar atrás. Han transcurrido dos semanas desde que he sido sincera con Jasper en los bastidores de hombres. Y lo único que he podido pensar es que soy tonta.
¿Crees que hay vida después de la muerte?
Y no se trata del hecho de que, cada vez que lo encuentro por los pasillos, lo miro más distante a pesar de que así no lo sea. Tan solo siento que, el Jasper de ese día cruzó a una dimensión en la que yo no soy capaz de cruzar por completo. Y lo comprendo, comprendo el hecho de que se encierre en sí mismo, pero no puedo aceptar que, cuando su alrededor todo es alegría, él parece querer desaparecer para nunca más volver.