Escuchar: Pretty Face, Public.
Las primeras veces se recuerdan. Se hace cuando es la persona adecuada con las que se comparten. ¿Cómo sabía yo que Jasper era el adecuado cuando, a cada que yo avanzaba, él se alejaba? Lo sabía y terminé afirmando cuando sus labios se posaron sobre los míos, y no hubo duda de que mi cuerpo, junto al suyo, explotarían en cualquier momento si no se acercaban hasta destrozar límites.
Y aunque no sea mi primera vez, siento que lo es porque ha sido con la persona adecuada.
Besar a Jasper.
Sentir los labios de Jasper.
Abrazar a Jasper y no se dejar de reír contra su pecho cuando, en medio del beso, en sus labios se formó una sonrisa al igual que en los míos. Y luego, tras minutos de un tonto silencio lleno de sonrisas: la alarma, sus manos en mi cintura, un beso corto en los labios y salir corriendo contra el viento como si fuésemos capaces de retener el aire para tan solo no dejar ir aquello que capturábamos; nuestro momento.
Donde ni los miedos o la valentía valían porque lo único que importaba era estar cerca y no dejarnos ir.
Cruzamos corriendo las calles ya a poco de vaciarse, algunos automóviles tocan la bocinan, previniendo algún accidente. Pero de todo lo que nos rodea lo único que puedo escuchar son nuestras respiraciones agitadas, la risa ronca de Jasper y el cómo intenta cantar de manera entrecortada mientras corre. Canta hasta donde le permiten los pulmones y se detiene a una calle de mi casa, donde canta la última estrofa de la canción y, sin parecer ser él, me toma por las mejillas estampando un beso lento en mis labios.
—Canto para ti, Erin. Solo para ti.
Su frente sobre la mía, nuestros ojos cerrados, intentando recuperar la respiración.
—Lo sabía.
—Siempre lo has sabido.
Me alejo, lo detengo contra el pecho cuando avanza unos cuantos pasos detrás de mí.
—Puedes quedarte, ve a casa, yo no tengo problemas con llegar sola.
—Te llevaré hasta casa.
—A una calle, no me sucederá nada.
—No, la última vez que sonó tu alarma te dejé ir sola y terminaste en un castigo —me toma por la muñeca y comienza a trotar—. Andando.
—La última vez fue la primera vez que nos vimos —recuerdo.
Me mira por sobre el hombro, sonríe. Lo he pillado. Jasper recuerda sin problemas que le he echado la culpa por ello.
—De igual manera debí acompañarte, ¿no?
Cruzamos la calle, se detiene a menos de dos metros de mi casa. Desde aquí veo las luces encendías, a Becca en el pórtico con su celular y a mis padres mirando la televisión en la sala de estar, Lía duerme sobre el pecho de papá.
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¿Quiénes somos de noche? ✅
Fiksi RemajaÉl cree en las sensaciones raras. Ella en las personas tormenta. ...... Jasper Klein termina en Nashville, Tennessee, sin saber muy bien por qué. Lo poco que sabe es que su padre no puede seguir trabajando y que la casa de sus abuelos se ha puesto e...