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La alarma en el celular del pelinegro nos despierta a ambos, rápidamente lo apaga y vuelve a su lugar en la cama.

Comienzo a sobarme ambos ojos ya sin oportunidad de volver a dormir, veo por la ventana como la claridad de la mañana entraba con complejidad, mirando con atención la ventana comienzo a perderme en mis pensamientos.

Hope no quería ayudarnos y ahora que sabe que lo estamos buscando estará mas precavido ahora, pero ¿Acaso fue una casualidad verlo ahí? ¿Hope realmente me estaba esperando? ¿Acaso querrá hablar conmigo?

Me siento en la cama y el pelinegro me miraba directamente, arqueo una ceja y yo me volví a acostar ¿Acaso me dejaría ir solo? Sonrió mientras niego, era algo claro que no me iba a dejar ir solo ¿Debería intentar preguntarle? o ¿Directamente debería escaparme? no sabia cual escoger así que sin mas me levante de la cama y me cambie.

_Jeon -digo con sutileza- tengo que ir a un lado, realmente no es importante.

_No -responde seco al instante sentándose en la cama- el aun esta ahí afuera buscándote, no puedo permitirte irte.

Suelto un suspiro y me acuesto para mirarlo con cierto enojo.

_Al menos podrías ir tu entonces a comprarme un Frappe de chocolate blanco.

El pelinegro suspira y se levanta de su cama para comenzar a cambiarse, agarro su teléfono, reviso su bolsillo por si tenia dinero y se fue cerrando la puerta al irse.

Me quede mirando la puerta para comprobar si volvía, estaba atento y casi no parpadeaba para no perderla de vista.

_Tres, dos, uno -dije imitando al pelinegro y me levante de mi lugar, me dirigí a una mesa de noche que tenia el pelinegro y tras sacar una navaja me lo guardo en el cinturón del pantalón y unos lentes de sol que me pongo para ya salir.

Cierro la puerta y me pongo la capucha para comenzar a bajar por las escaleras, salgo por la misma salida de siempre y camino para el lado opuesto por donde creería que se había ido el pelinegro, hacia bastante calor, pero no tenia otra opción. Con mi pelo y mis ojos cualquiera me reconocería al instante.

Mi corazón latía con fuerza mientras caminaba y sudaba mas por los nervios, cruzaba los dedos de no encontrarme a nadie conocido mientras me dirigía a aquel lugar donde ya lo había visto dos veces, freno un taxi y me subo a penas frena a mi lado.

_¿A donde quiere ir?

Pregunta el chofer y yo me quedo helado ante su pregunta, no sabia el nombre de las calles ni donde estaba.

_¿Conoce el club de los Kim?

_Cual de todos -sonaba bastante molesto ahora- son como cinco.

Comienzo a hacer memoria para intentar indicarle.

_Uno en el que hay un parque atrás y un restaurante adelante.

El chofer niega con la cabeza mientras acelera el auto, esperaba que me llevara al lugar correcto y no haberlo confundido. Seria de muy mala suerte que hubiera mas clubes detrás de un parque y delante de un restaurante, pero sin mas llegamos al club al que yo me refería.

_Serian 30 dólares -dice el chofer y yo me pongo nervioso al recordar que no traía dinero.

Comienzo a revisar mis bolsillos y como arte de magia saco una gran bola de billetes de un bolsillo. El pelinegro siempre dejaba dinero en los bolsillos, sin mas pago y me bajo para ver si encontraba alguna indicio de si hope me estaba esperando o no.

Comienzo a caminar, la primera ves que vi al barman fue donde vi a hope, entonces ¿Fue coincidencia que el barman estuviera ahí? rápidamente camino hasta el callejo por donde vi desaparecer al barman la noche anterior, entro en ese lugar y desconfiado me adentro mas.

¡Solo Un Ciervo! -KookMin +18-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora