¡Solo Un Ciervo! -KookMin +18-

Epilogo

Jeon estaba sentado frente aquellos tribunales, sus manos esposadas mientras que con seriedad sus ojos evitaban ver a aquellas personas que los juzgaban con la mirada, un suspiro separo sus labios cuando el juez frente a el se paro al igual que todos en aquel enorme lugar, las cámaras estaban todas dirigidas hacia el mientras que otros dibujaban el momento y alguien alado de la jueza con una maquina de escribir tomaba nota de todos lo que se hablaba.

_Jeon Jungkook, es usted acusado de quemar la mansión y el homicidio de John Dillinger ¿Cómo se considera? -pregunto la jueza viendo al abogado de Jeon y luego a Jeon que no miraba nada mas que sus manos esposadas

_Culpable -respondió Jeon con la mirada baja mientras que la mirada de su abogado lo carcomía con furia por no apegarse al plan. El abogado quería lo mejor para Jeon, pero si el pelinegro no ayudaba no llegarían a nada.

Todos negaban con la cabeza al ver aquel joven pelinegro asumir un homicidio tan grabe, la jueza suspiraba mientras anotaba toda la sentencia en un documento que tenia a mano. Jeon se negaba a mirar algo que no fuera sus pies también esposados, tenia miedo y tristeza. su peco le dolía, no quería levantar la vista por que sabia que aquel muchacho con ojos bicolor no estaría ahí para regalarle su tan tranquilizante sonrisa.

_Por favor señor Jeon, le pido que suba al estado para darle fin a esto. Quiero que de su declaración... -pidió la jueza y Jeon dudo.

Al final subió a aquel estrado, a paso firme y en ningún momento levanto su vista. Se sentó en el estrado, junto a la jueza para que comenzara a leer aquel documento.

_Señor Jeon, se le acusa de quemar la mansión y matar a John.. -la jueza tomo una pausa y Jeon asintió para que siguiera- además se le acusa del homicidio de Kim Taehyung, Kim Seokjin, Kim Namjoon, Jeon Hoseok, Min Yoongi y Park Jimin.

Algo dentro de Jeon se quebró al escuchar ese nombre, ese muchacho de cabellos de color disparejo se había apoderado de su corazón en tan poco tiempo. No le importo quien era ni su pasado, Jimin le había abierto los brazos sin dudarlo.

Los ojos de Jeon se cristalizaron y al alzar la mirada para ver a la jueza las lagrimas se desplazaron por su mejillas al recordar aquella mirada bicolor que habían visto hasta su alma, la jueza suspiro y firmo el documento.

_Lo condeno a una cadena perpetua por homicidio de primer grado hacia 7 civiles.

Tras confirmar eso quebró la lapicera con la que había firmado el documento y la tiro a la basura, las cámaras se centraron en Jeon el cual era ahora escoltados por dos oficiales, fue llevado hacia la puerta pero Jeon paro en seco al ver a Jimin ahí parado, se veía cansado y tras desviar la mirada salió de la sala.

Los policías con brusquedad comenzaron a arrastrar a Jeon que aun seguía paralizado por aquel muchacho, sus ojos lagrimeaban ligeramente mientras todos los recuerdos de Jimin volvieron de golpe, hasta que se sentó en aquel camión blindado de la policía, seguía esposado y ahora esperaba el ser trasladado a la prisión.

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Sus manos estaban esposadas a su espalda y sus ojos vendados mientras lo terminaban de escoltar, su corazón le dolía con cada paso que daban. A pesar de no ver nada lo sentía todo, sentía la mirada dé Jimin sobre el, sentía el olor de Jimin al inspirar, sentía como los delgados brazos de Jimin se colgaban de los suyos, sentía como los pasos de aquella persona que tanto amaba le seguía el paso.

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_¿Que tal me quedo? -pregunto Jeon mirando a Jimin el cual a su lado miraba confundido aquel dibujo.

_No lo entiendo -confeso Jimin con una sonrisa- pero el arte no es lo mío.

_Lo que importa es lo que significa -dijo Jeon dándole vuelta a la pagina para comenzar a dibujar.