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El día estaba llagando a su fin, el sol se ponía en el fin del mar mientras que la fresca brisa de la noche se hacia presente recorriendo mi piel con un enorme escalofríos, el pelinegro y yo estábamos sentados. El estaba hablando por teléfono y yo sin intenciones de entrometerme miraba hacia el frente como si esperara algo, la aparición del pálido, de los Kim o algo.

Hoy era el día en el que podríamos ver al llamado hope, necesitamos su ayuda ya que según el pelinegro -Nos subiría el agua al cuello sin su ayuda- realmente me parece alguien violento y desequilibrado con quien no trataría, pero ahora no hay tiempo de prejuicios.

La idea no me terminaba de fascinar, pero me quedaba callado y hacia la vista ancha, aunque no hallamos hablado con el, es sabido que no es una persona fácil para tratar. Lo mas seguro era que nos pedidera alguna locura a cambio, pero eso lo haría igual a los Kim.

Para que nos ayudaran debimos entrar a un club gay a robar información, no me sorprendería y que hope pidiera algo similar. Algún tipo de locura como robar algo, algún favor que cumplir o capricho. Las ideas descabelladas no paraban de dar vueltas en mi cabeza total después de lo que pasamos ¿y si esta resentido por lo de la otra noche y se niega? ¿Debería disculparme? o ¿Simplemente ignorarlo?

Estaba sumergido en mis ideas hasta que el pelinegro apoyando su mano en mi hombro me hace volver a la realidad;

_Aun no hay señales de el, apenas entre al lugar le damos unos diez minutos para que se descuide y lo emboscamos.

_Eso suena horrible -comento sonriendo levemente- pero me parece bien de todas formas.

El pelinegro asiente volviendo a la pantalla de su celular, no estábamos lejos del club de los Kim, estábamos a la vuelta del lugar sentados en una banca en el parque que cada ves se iba vaciando con el paso de los minutos, las madres junto a sus hijos alzaban todas sus cosas y se retiraban rápidamente. El cielo no pintaba nada bueno, unas nubes enormes cubrían el cielo estrellado que por la hora debía empezar a hacerse presente.

_Espero no llueva -digo mirando el cielo.

_Jimin...

Suelta el pelinegro y atrapa mi mano con la suya, su rose era cálido y sus piel suave, un leve sonrojo de mi parte se hace presente al ver sus ojos clavados en los míos. Mis mejillas ardían mientras sentía que su intensa mirada me consumía por dentro ¿Por que me sentía así? Mi corazón con cada segundo iba latiendo mas rápido.

La briza fresca que mas de una vez esa noche me había echo temblar ahora era ignorada por un calor que mi cuerpo sentía ante ese momento, su agarre me apretaba mientras que su inexpresiva mirada no se separaba de la mía.

_Jimin -repitió el pelinegro esta vez aclarando la garganta- Esta noche, digo... Por favor, no te separes de mi.

Ahora las mejillas sonrojadas estaban en la cara del pelinegro, mordió su labio inexpresivo y desvió la mirada mientras yo sonreía con ese momento que mis ojos admiraban ahora tanto, por primera vez no pensaba en el futuro, por primera vez no pensaba en el Boss, por primera vez no pensaba en otra cosa que no fuera en lo tierno que se veía el pelinegro avergonzada.

_Esta bien -respondo correspondiendo a su agarre

El pelinegro vuelve a verme y su celular se ilumina dé repente, un mensaje se desde la pantalla de bloqueo tras verlo miro al pelinegro y este se pone serio.

_Hope ya esta dentro.

Rápidamente ambos nos paramos de nuestro lugar y comenzamos a caminar hacia la entrada del club, nuestro paso era acelerado, los Kim nos iban a enviar el mensaje cuando ya todo estuviera listo, así que comenzamos a caminar por la alfombra roja y el trajeado al vernos se corre de inmediato dándonos total acceso sin decir ni una sola palabra.

¡Solo Un Ciervo! -KookMin +18-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora