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El café de hoy fue mas suave que de costumbre, lo había cortado con leche y el dulzor le daba un toque mas cálido, este día el pelinegro había elegido que combinación de ropa, su armario era bastante oscuro, pero debía admitir que el pelinegro tenia un genial gusto para la ropa.

Mi cuerpo era similar al del pelinegro, de echo su ropa me quedaba un poco mas suelta, pero no me quejaba para nada, al contrario, su ropa simplemente me encantaba. Me estire tras levantarme y el pelinegro hizo lo mismo. El pálido había aparecido unas horas mas temprano para alertar al pelinegro que ya todo estaba listo ¿A que se refería? El pelinegro simplemente asintió con la cabeza y tras mirarme de reojo nos levantamos a comenzar el día.

El sol brillaba a lo alto y caía con rapidez a medida que las horas pasaban. El almuerzo había sido delicioso, el pelinegro había pedido comida que ambos disfrutamos, no tenia mucho contacto con el exterior, solamente pasaba los días con el pelinegro y el pálido que cada vez venia a pasar unos minutos y se retiraba.

Miraba confundido al pelinegro que se colocaba un abrigo y tras agarrar una pequeña navaja que guardo en su bota y tras hacerme una seña salimos de la habitación. Bajábamos la escalera lentamente cruzando la mirada con distintas personas que habían ahí, salimos por la puerta trasera y tras tomarme por la capucha y ponérmela el pelinegro hizo lo mismo.

_3, 2, 1 -cuenta el pelinegro en voz baja y al terminar su cuenta una camioneta blanca frena frente a nosotros con la puerta abierta y nosotros nos subimos rápidamente, apenas cerré la puerta el conductor arranco acelerando de golpe- me dijiste que estaba todo listo ¿cierto?

-Si -contesta el pálido que ahora me doy cuenta que estaba conduciendo- en teoría ellos nos están esperando ahí. Con este hombre.

_Espero que todo salga bien.. -dice el pelinegro chasqueando la lengua.

_¿Por que usamos su proveedor? -pregunta el pálido sin separar la vista de la carretera.

_Por que es probable que el nuestro sea un traidor -el pálido traga en seco y el pelinegro continua- estuve vigilando al Boss y es posible que de forma indirecta este teniendo tratados con el, es mejor no arriesgarnos.

El pálido asiente y suspira con cansancio, se le notaba tenso.

El pelinegro mordía su labio inferior, y yo no sabia donde meterme. Me quede callado, no quería opinar en asuntos donde seria mejor no meterme. Por respeto ellos me quede en mi lugar callado viendo por la ventana, la ciudad desaparecía y la naturaleza se apoderaba de las calles, la zona se volvía mas rural con cada kilometro que pasábamos. Un suspiro de alivio me llena el alma al ver que el canoso cada vez estaba mas lejos de mi.

El sol caía y la carretera estaba oscura, hacia ya aproximadamente como una hora que estábamos en la carretera, el pelinegro dormía apoyando su cabeza en mi hombro, intentaba no moverme mucho para no despertarlo. Se movía entre sueños quejándose mientras soltaba leves lagrimas que yo con delicadeza limpiaba antes de que se deslizaran por sus mejillas.

El pálido estaciono el auto y el pelinegro se sentó rápidamente al sentir que el auto se quedaba inmóvil.

Me siento a su lado y miro un granero donde apenas se veía algo de luz, estaba todo oscuro y el cielo era iluminado por una hermosa luna acompañada de las estrellas, los tres bajamos del auto y comenzamos a caminar hacia adelante, yo no estaba seguro ni de donde pisar, pero seguía a ambos que caminaban con confianza.

Caminamos unos metros hasta el granero donde entramos, cerramos la puerta y no se veía nada, no entendía lo que pasaban pero tras dar un paso se prende la luz. Tres hombres tras una mesa tapada con una manta que tenia ciertos relieves y un hombre trajeado volteado que apenas se podía ver.

¡Solo Un Ciervo! -KookMin +18-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora