¡Solo Un Ciervo! -KookMin +18-

*22*

Mis muñecas ardían tanto que evitaba moverme, mi espalda dolía de tanto tiempo estar recto, uno de mis ojos ardía a mas no poder estando vendados y mi manos esposadas a mi espalda y enganchadas al pie de la cama. Intentaba controlar mi respiración mientras escuchaba atentamente a cualquier ruido en la habitación.

Nada, realmente no se escuchaba nada, no se sentía nada mas que un ensordecedor silencio.

Pensaba en el pálido y en el pelinegro, uno estaba muerto y el otro era separado por un interminable pasillos ¿Los Kim volverían a salvarnos? En teoría le habíamos dejado todo por si pasaba esto

¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Segundos? ¿Minutos? ¿Horas? ¿Días? ¿Meses?

Había perdido la noción del tiempo y no sabia cuanto tiempo había pasado...

_¿El volverá por mi? -pregunte en vos alta esperando una respuesta ajena, pero sin contestación de nadie.

Realmente estaba solo en esa fría habitación. Mantenerme atento era algo importante... debía salir de ahí y ayudar al pelinegro, ayudar a los Kim y acabar con esta cosa. Realmente quería salir, asi que estando sentado hago un esfuerzo para ponerme de rodillas.

Me encorvo para empujar la cama y cuando topa, intento enderezarme para crear un hueco, al sentir que el pie de la cama se levanto un poco agacho las manos rápidamente para poder sacarla y arrastrando tiro y quedo libre.

Me caigo al piso de cara, mis muñecas aun esposadas en mi espalda ardían mucho mas que antes, pero lo ignoraba. Me levante y estire mi espalda haciendo que suenen los huesos, dándome un respiro me agacho y tirando mi espalda paso mis manos por debajo de mis pies. Un tirón en los hombros me hizo soltar un quejido.

Mis manos estaban adelante y rápidamente me saque la venda de la cara, estaba todo realmente oscuro y no se veía nada, sin tiempo que perder comencé a tantear todo para ver si encontraba algo que me pudiera servir, pero era algo inútil. No veía nada.

Mis ojos ardían un poco y mi pansa dolía, tenia hambre y no pensaba que pudiera haber algo para comer. Sin darle muchas vueltas al asunto seguía tanteando con las manos aun esposadas, una cama una mesa de noche con los cajones realmente vacíos y ningún interruptor para prender la luz, había solo eso y una puerta a la que no me acerque demasiado.

Miraba mis opciones y no tenia ninguna, comencé a tantear mi cuerpo y la encuentro aun costado, saco mi camisa del pantalón y siento en seco el sonido en el suelo, rápidamente me arrodille y a oscuras comencé a buscar. No sabia donde había caído hasta que la encuentro.

La navaja que el pelinegro me había dado, la agarro con ambas manos ¿Podría escapar con esto?

_No -me respondo solo guardándola en mi bolsillo dejándola mas accesible.

Me senté en la cama intentando pensar en frio, en algún momento tendrían que venir a buscarme o algo ¿Qué harán con nosotros? ¿Hope intentara ayudarnos a nosotros? o ¿Se centrara en ayudar a los Kim a entrar? Niego con la cabeza, las dudas me invadían, pero ninguna idea de como poder escapar.

Estaba por tirarme en la cama a dormir hasta que escucho pasos, mi corazón se frena al sentir como una llave entra en la puerta. Me pongo de pie rápidamente y sacando la navaja me oculto detrás de la puerta que comenzó a abrirse, La luz comienza a entrar en la habitación y un trajeado con una linterna se asoma.

Apunta a la cama y alarmando entra lentamente a la habitación y yo rápidamente clavo la navaja en su espalda, un alarido de dolor sale de su boca y tras sacarla comienzo a apuñalarlo rápidamente buscando su muerte. Saco la navaja y de la espalda del trajeado y comienzo a tantear su cuerpo en busca de la llaves.