Ahí estaba de nuevo el maldito dolor.
¿Por qué no podía dejarla en paz?
Seis meses en agonía y dolor y aún no era suficiente al parecer.
Hermione poco a poco abrió los ojos, temía que si lo hacía demasiado rápido le dolería la cabeza. Miró a su alrededor con cuidado, tratando de recordar que era lo último que había pasado y por qué sentía que todo a su alrededor era diferente.
Había un holor nuevo, ¿Vanilla? no, chocolate y leche caliente al parecer. Se escuchaban voces femeninas y masculinas, parecía una conversación lejana y llena de risas entrecortadas.¿Había estado soñando tanto tiempo? ¿esos seis meses habían ocurrido de verdad? Ahora parecía que no.
Pero el yeso en su antebrazo le hizo saber que, en efecto, todo había ocurrido.
Esta no era la habitación que había habitado durante tanto tiempo, ésta tenía muchos muebles y tenía una decoración bastante hogareña. Ya no olía a humedad y se podía respirar un ambiente cálido y tranquilo.
Durante tanto tiempo jamás se había sentido tan aliviada de seguir usando la misma ropa, eso significaba que nadie la había visto sin ropa mientras estaba inconciente.
Un par de sandalias afelpadas esperaban a un lado de sus pies. Tenían que ser para ella de otro modo ¿por qué alguien las dejaría ahí?
Dudó por un segundo antes de meter sus pies en ellas y empezar a caminar hacia la puerta de la habitación.
Giró el pomo de la puerta con cuidado y las voces se escucharon más fuertes. Se dejó guiar por el aroma dulce del chocolate, caminando casi de puntitas para no hacer ruido. Se detuvo al final del pasillo, había pensado en espiar la conversación, pero en cuanto vio a Theo tendido sobre un sofá con una tasa entre las manos ella simplemente siguió hasta él.
-Theo- dijo Hermione.
Theo se giró y cuando la vio de pie casi se levantó sonriendo.
-¡Hermione! No sabía que habías despertado. Ven aquí- a ella le pareció extraño que Theo no se moviera mucho, pero parecía bastante felíz así que ella se acercó a él -¿Cómo te sientes?-
-Bien- ella miró alrededor -¿Theo qué fue lo que...?- pero no pudo terminar. Pansy estaba entrando a la habitación mientras reía, seguida por una joven rubia y hermosa. Hermione la conocía de Hogwarts. Slytherin, sangre pura, esa sonrisa tan melosa y la inconfundible cabellera dorada, era Daphne Greengrass.
-¡Oh dios!- dijo Daphne al verla. -Hermione...-
-Hermione, ésta es Daphne, no estoy seguro de que la recuerdes- Hermione miró a Theo y asintió.
-La recuerdo- dijo Hermione con una tímida sonrisa -Hola- la rubia sonrió y giró sobre sus talones. Por un momento Hermione pensó que se estaba alejando de ella por haberle dicho hola o quizás por haberle sonreído, pero la pequeña bruja caminó hasta la cocina y tomó una taza de chocolate para Hermione.
-Pans y yo hicimos chocolate caliente, está nevando afuera, te recomiendo beberlo si no quieres congelarte- Hermione aceptó el chocolate sin decir nada. Hace tanto tiempo que no probaba nada dulce...
Pansy y Daphne se sentaron en el sofá del frente, dandole espacio a Theo. Entonces ella se sentó en el único que quedaba disponible. Todos los ojos estaban en ella.
-¿Cómo te sientes Granger?- preguntó Pansy.
-Me duele un poco el brazo-
-Es normal, lo destrozaste por completo. En unas horas tus huesos habrán crecido de nuevo, pero seguirá doliendo un rato-
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Control |DRACO MALFOY|
FanfictionDurante la segunda guerra mágica, Hermione Granger es capturada por los mortifagos, en su nuevo mundo de terror los prisioneros son usados para experimentar magia oscura. Voldemort ha ordenado usar a la sangre sucia más famosa del mundo magico para...