Control |DRACO MALFOY|

۞ ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 26

Hermione había esperado que Draco se volviera incluso más molesto de lo que estaba cuando ella le dijo que se quedaría encerrado por doce horas, en cambio suspiró y se metió en la cama con ella, la tomó entre sus cálidos brazos y la ayudó a calmar los espasmos.

—¿No estás enojado conmigo por encerrarte aquí?— Draco soltó una pequeña carcajada ronca y besó su frente.

—Voy a estar doce horas completamente a solas contigo, de hecho me encanta la idea— Hermione sonrió escondiendo su rostro en su pecho —Además no debes hacer magia, no me queda otra que esperar a que se levante la barrera.

—Draco el propósito de esto es que te calmes y dejes de querer buscar a Ron para lo que sea que querías hacerle. Si las doce horas pasan y sigues con la misma idea entonces te encerraré aquí otras doce horas, solo.

—Weasley es un idiota, no debió provocarte así, Granger sabes que no puedes perder el control, y él viene y empieza a abrumarte con...

—Draco, él no tenía idea de lo que me pasó. Siempre ha sido un poco impulsivo, además Theo y Tonks le han contado todo, ahora será más cuidadoso— Draco miró hacia abajo con las cejas fruncidas.

—¿Se va a quedar?

—Me parece que si— Hermione agradeció que Draco no pudiera salir en ese momento, ya que por su mirada se podía ver lo enojado que estaba ahora.

—Quiero que Weasley se largue.

—¿Sólo Ron? ¿Que hay de Harry?

Draco se alejó de ella y se sentó en el borde de la cama dandole la espalda.

—Sabes perfectamente bien porqué no lo quiero aquí— Hermione extendió una mano, tocando cuidadosamente su espalda.

—Draco, lo que Ron y yo teníamos está en el pasado, en un pasado del que apenas tengo recuerdos— Él movió su hombro bruscamente y se alejó por completo de la cama.

—Pero él aún cree que entre ustedes hay algo ¿o ya le dijiste que no es así?

—No, no le he dicho nada. Honestamente no se que decirle Draco ¿qué ya no lo quiero porque me enamoré de ti?— con las últimas palabras Hermione dejó el aire helado, en silencio. Ninguno de los dos se esperaba tal confesión.

Draco apareció relajarse visiblemente, como si le hubiesen quitado un peso de encima. Quizás era justo lo que necesitaba, saber que ella lo quería a él por sobre todas las cosas. Ni Weasley ni nadie podrían quitarle eso.

Hermione estaba dispuesta a enterrarse bajo la ropa de cama por la vergüenza, justo antes de hacerlo él se acercó a la cama y la tomó del rostro desde arriba.

—Dile eso Granger, dile que ni moviendo el cielo y el mar podrá tenerte de vuelta. Dile que eres mía y a quien quieres es a mi— con eso se acercó y atacó sus labios con un firme y posesivo beso.

Hermione se acomodó sobre sus rodillas para estar a su altura y le devolvió el beso con las mismas ganas.

Él no le había dicho que estaba enamorado de ella, pero podía sentirlo en la hermosa forma en la que pasaba sus manos por el contorno de su cintura y como jugaba con sus labios con ternura.

Le había pedido que ella se fuera con él después de la guerra ¿qué más podía pedir? Para ella esa era la prueba más grande de los sentimientos de Draco.

Ambos estaban sin aliento, sus frentes unidas mientras él pasaba sus pulgares por las mejillas de Hermiome.

-Tienes que descansar, y yo necesito ducharme- Hermione asintió -me encantaría que te unieras a mi baño, pero necesitas descansar, recuestate, volveré rápido-