Ginny. Ella había escuchado ese nombre varias veces antes, aunque no había prestado atención realmente.
La pelirroja se acercó a ella mientras Ron se hacía a aun lado. Su sonrisa era calida, pero no provocaba nada en Hermione.
—Si vienes aquí a darme un hermoso discurso de como eramos amigas antes, déjame ahorrarte el esfuerzo. No se quien eres, y...
—Lo se— interrumpió Ginny. —No vine aquí a eso, Hermione. Yo, bueno... gran parte del porqué estás así es por mi culpa. Fuiste por mí ese día y usaste tanta magia para ayudarme que perdiste la memoria.
—Tampoco me interesa— Ginny miró a Ron y él se rascó la nuca sin saber que decir. —Estoy muy cansada, y Theodore vendrá a molestarme en un rato con sus estúpidas sesiones que no sirven de nada. Desearía leer un rato, a solas— lo último fue más bien lanzado hacia Ron, que ella sabía que estaba más que dispuesto a complacerla.
—Vamos Gin. Podemos venir después, no ha leído en meses, déjala leer un poco.
Ginny miró a Hermione.
Había algo diferente en ella. Algo que aterraba a Hermione. El miedo y la culpa en los ojos de la pelirroja eran tan letales y profundos que sabía que estaría dispuesta a torturarla si eso significaba recuperar sus recuerdos.
Ginny la razón por la que Hermione había perdido la memoria, por lo tanto la culpa la estaba carcomiendo, se veía a kilómetros.
Y a Hermione no le gustaba eso, era peligroso. Una persona así de desesperada podría tomar medidas desesperadas.
No quería a Ginny ahí, era una amenaza.
—No voy a ir a ningún lado. Me costó convencer a estos tontos de traerme por fin, no pienso irme, ni mucho menos quedarme de brazos cruzados. Haré todo lo que pueda para ayudarte.
Tal como lo imaginó. Una amenaza.
—Déjenme sola.
Así lo hicieron
Pasó tantas horas como pudo leyendo los libros sobre la magia. Cada ruido fuera de la habitación y ella los lanzaba bajo su cama o al baño, que normalmente no era revisado por nadie más.
Había información infinita sobre como hacer hechizos, tenía la teoría pero no podía hacer nada mientras siguiera usando el collar.
Ese maldito collar que la hacía sentir enferma. Solo tenía que esperar a que desapareciera para empezar a practicar magia de verdad.
Theo había ido todos los días sin falta.
Algunos días eran pesadillas, la hacía gritar de miedo, a veces intentaba hacerla llorar. Solo logró hacerlo una vez.
Le había enseñado como ella misma mataba un gatito naranja, mientras lo golpeaba en la cabeza con una piedra repetidas veces.
Cuando ella se dio cuenta de lo que había hecho se puso a llorar y despues de esa alucinación Theo la dejó descansar dos días.
Ella no se movió de la cama para nada en esos dos días.
Daphne había entrado a disculparse, tratando de calmarla.
—El no quiere torturarte— le dijo —Es necesario hacer estas cosas. Al menos hemos logrado que sientas algo.
Después de eso ella no volvió a aparecer.
Su odio hace Theo crecía cada vez más, sus visiones empeoraban cada vez, y pudo haberse vuelto loca si no la dejaba descansar.
—Esto sería más rápido si no estuvieras tratando de surprimir lo que sientes. Si tan solo te dejaras llevar, avanzariamos más rápido— dijo él.
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Control |DRACO MALFOY|
FanfictionDurante la segunda guerra mágica, Hermione Granger es capturada por los mortifagos, en su nuevo mundo de terror los prisioneros son usados para experimentar magia oscura. Voldemort ha ordenado usar a la sangre sucia más famosa del mundo magico para...