Hermione parpadeó demasiado lento ante aquella luz cegadora que emanaba de su cuerpo después de haber lanzado a Ginny contra el muro. Solo había bastado un solo toque para que el delgado cuerpo que la asfixiaba se doblara en dos y gritara tan fuerte que sobrepasó cualquier otra explosión en la habitación.
Hermione miró sus manos, parecía que por sus venas corría electricidad pura, hermosa y poderosa. Podía sentirla también, saborear aquel sabor dulce de la magia entre su lengua, lo sentía en sus fosas nasales como caramelo. Quizás se lo imaginaba todo, pero juraba que sentía su cabello, cada cerda moviéndose, elavandose en ondas doradas que parecían tener vida propia.
Aún cuando todos gritaban y se movían a su alrededor ella sentía una gran calma, una fuerte y placentera calma que la dejaba en un limbo, en un espacio en camara lenta donde ella parecía estar en el centro.
Se giró y observó a todos, algunos rostros parecían conocidos pero a la vez tan extraños. Parecía que podía detenerse a observar cada detalle en la habitación porque sentía que el tiempo le pertenecía.
Los ruidos de dolor de la pelirroja que estaba en el suelo la hicieron recordar donde estaba, y la esquina de su boca se curvó cuando se dio cuenta que le había golpeado tan fuerte que no podía caminar.
Y su poder fue tanto que sabía sin siquiera tocar a aquella mujer tan desagradable que si vivía después de aquel golpe, no volvería a caminar.
La persona poderosa que estaba en el centro de la sala trataba de conectar internamente con Hermione, la dueña de aquel cuerpo que se sentía poseído. Trató de recordar los hechizos que tanto había practicado alguna vez en su vida, sabía que la vieja niña obsesionada con la escuela seguía ahí, muy dentro y que su memoria dañada no era más que un exceso de magia acumulada dentro de su ser.
Recordó uno, y justo el momento perfecto ocurrió cuando Draco saltó a la viga del techo y se alejó del suelo, Daphne estaba demasiado pegada al piso luchando con alguien para salir herida con lo que trataba de hacer y Harry no estaba en el radio cercano.
Susurró aquel hechizo, concentrándose en lo que algún día Theo le había enseñado, lo que ella sentía y como aquel poder parecía indicarle hacerlo.
El rayo verde salió de ella en un radio redondo, como una onda alargada que golpeo a todos a la altura del pecho, los hombres empezaron a caer uno a uno, y los pocos que quedaron fueron atacados por Draco, Daphne y Harry, quedando finamente los cuatro en pie.
Draco se acercó rápido a ella cuando se tambaleó por la fuerza y magnitud de aquel hechizo. Uno que probablemente fragmentaría su alma mucho más de lo que ya estaba.
—Tenemos que salir de aquí, la base fue atacada y no sabemos cual es el siguiente movimiento de estas personas— dijo Daphne acomodando su varita y su daga en su pantalón. Hermione la observó, quizás en otro momento habría sentido que debía abrazarla, pero justo ahora se sentía demasiado ida para siquiera saludar.
Daphne no parecía dulce, ni felíz, ni amable, era la viva imagen de una guerrera dañada y feroz. Su palida piel luciendo como una perla ante la vestimenta negra con verde que cubría su cuerpo.
Harry observó a Daphne de pies a cabeza, como buscando alguna herida, algo mal... Y cuando descubrió que estaba bien suspiró de alivio.
—Hay más gente acercandose a la zona— dijo Hermione con una voz demasiado calmada, casi parecida a la de Luna Lovegood, paciente y medio dormida. Su cara lucía igual —Puedo sentirlo—agregó.
Daphne les indicó el camino para salir, los llevo por pasillos largos, ocasionalmente encontrando guardias regados que terminaban muertos a mano del mismísimo Harry Potter.
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Control |DRACO MALFOY|
FanficDurante la segunda guerra mágica, Hermione Granger es capturada por los mortifagos, en su nuevo mundo de terror los prisioneros son usados para experimentar magia oscura. Voldemort ha ordenado usar a la sangre sucia más famosa del mundo magico para...