۞ ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 39

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Se tenía que haber vuelto loca, no era posible que la vida de le hubiera ido como arena entre los dedos.

Perdió todo hace tanto, absolutamente todo. Y cada día se decía que nada más podía pasar, ya había sido demasiado. Pero ahora, ahí de rodillas solo se preguntaba si era su mente la que le había jugado alguna mala pasada y se estaba imaginando todo.

Después de haber recuperado sus recuerdos había sufrido de migrañas intentas a las que poco a poco se acostumbró. Había vomitado y se había desmayado por los mareos gracias al esfuerzo de su cerebro.

A veces se tumbaba bajo un árbol y repasaba su vida, solo para asegurarme que nada andaba mal con ella y su cabeza. Por desgracia todo estaba ahí, lo malo, lo bueno, todo.

Blaise la ayudó a cuidar su salud mental, pero ahora veía al hombre frente a ella y solo pensaba que estaba loca.

—Hermione— el sonido de su voz retumbó con fuerza por sus oídos.

No podía ser real.

Pero sus costillas ardían, sus pulmones quemaban y le picaba la cadera. Era el dolor lo que le recordaba que era real, que seguía viva.

—No puede ser, no puede ser, no puede ser.... no, no, no— Hermione abrazó sus rodillas, su pequeño cuerpo balanceadose de adelante atrás.

—Tranquila, Hermione. Ginny, creo que está entrando en pánico— Ginny se arrodilló frente a ella y le pasó la palma de su mano abierta por la espalda para calmarla —Hermione, respira por favor.

—Esto no es real, no puede ser... no, yo te... tu estabas... yo te maté, yo...— Hermione estaba sin aire, no podía ni levantar la mirada porque temía verlo de nuevo y descubrir si era real o solo una alucinación —Yo te maté, te dejé morir— se repetía una y otra vez.

Los brazos de Ginny trataron de tomarla en un abrazo, pero Hermione estaba tan rígida que no ayudaba.

—Cariño, no... ten cuidado— dijo Ginny cuando él trató de arrodillarse.

—Estoy bien— ahora estaba de frente a Hermione, cara a cara, podía escuchar su respiración irregular —Hermione ¿puedes respirar?— ella negó sin mirarlo a los ojos aún cuando él buscaba su mirada —Respira conmigo ¿de acuerdo? Inhala, exhala —Hermione siguió sus ordenes, ayudando a sus pulmones a calmarse del ardor.

La mano de él le levantó la barbilla, quería verla a los ojos, pero ella apartó la mirada.

—Mirame, Hermione.

—No puedo.

—¿Por qué no?— dios, hace tanto había soñado con su voz

—Por qué no eres real— pero parecía bastante real. Su voz, su mano, incluso su holor.

—Mirame, Hermione. Dime si soy real o no cuando me veas— si de verdad fuese él ¿no debería estar furioso, odiandola? Si de verdad fuese él no estaría hablandole tan dulcemente, quizás estaría tratando de matarla ya.

De nuevo él le tomó por el mentón, esta vez ella no apartó la mirada. Se encontró de frente a su hermoso rostro, sus ojos azules tan profundos como los recordaba. No la veía con odio, ni rencor, había pura y sincera ternura y preocupación.

—Theo...— susurró. Sus ojos se llenaron de lágrimas de inmediato. Él estaba ahí, era real.

Él tenía el ceño fruncido mientras la veía. Llevó sus manos al rededor de su pequeño cuerpo y la atrajo hacia él en un abrazo cuidadoso.

—¿Qué haces?— susurró ella.

—Abrazando a mi vieja amiga— Theo besó la parte de arriba de su cabeza sin soltarla.

Control |DRACO MALFOY|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora