Control |DRACO MALFOY|

۞ ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 43

Tomó demasiado tiempo llevar a Theo fuera de la barrera que cubría la casa de Ginny. Gracias a que no había tomado la pildora podía sostenerse un poco con la otra pierna, pero era necesario sostenerse en el pequeño cuerpo de Hermione.

La castaña no dejaba de mirar atrás cada cinco segundos, esperando que en cualquier momento Ginny saliera tras ellos.

Cuando sintió que atravesaron la barrera se dejó caer de rodillas aliviada, y tal como había prometido, Narcissa esperaba ahí por ellos.

Theo estaba en shock, su cara en ese momento le recordó a Hermione que Theo era el mejor amigo de Draco, que desde niños habían estado juntos y que justo ahora estaba frente a la madre de ese amigo. Narcissa parecía nerviosa, como si le costara ver a Theodore. No había rastro de esa pedante dama adinerada a la que todos solían ver.

Theo nunca había hablado mucho de Narcissa, a excepción de una vez, aquella en la que dijo que lo que sea que pasara con ella, se lo había buscado, que no merecía la lastima de Draco. Por supuesto que pensaba eso, Lucius Malfoy había sido el padre más horrible con Draco, y Narcissa lo permitió.

—Theodore— saludó Narcissa.

Hermione logró estar de pie antes que Theo cayera al suelo por la inestabilidad de sus piernas.

—¿Es cierto? ¿Daphne está viva?— fue lo único que Theo pudo decir. No podía ocuparlo por sentirse mal, puede que lo que escuchó decir a Ginny lo haya dejado en shock, pero después de todo había vivido dos años con ella, creyendo que lo que tenían era amor, había confiado en ella y la había dejado continuar con su mentira por mucho, mucho tiempo. La golpeó, dejandola inconciente solo por la idea de ver de nuevo a Daphne.

—Ella está viva, Theo, siento mucho haberlo dicho tan de golpe, yo... perdón.

—¿Cómo es posible? ¿Cómo es que tú estás aquí?— Señaló a Narcissa.

—Hay tantas cosas que debo explicarte, Theo, pero ahora debemos salir de aquí.

—Quiero verla, quiero ver a Daphne— Narcissa se aclaró la garganta y asintió.

—Si, debemos irnos. Ginevra podría avisar a los aurores que Granger está aquí.

Narcissa extendió sus manos, para que ambos la tomaran, así que eso hicieron. La horrible sensación de aparecerse atravesó a Hermione y cuando aterrizaron en el otro lugar casi vomita.

—Tenemos que caminar hasta el muelle, no podemos aparecernos ahí por la seguridad que hemos puesto en nuestra casa segura— por un momento Narcissa vio a Theo, como dudando en si dejarlo caminar era lo correcto.

—Puedo hacerlo— dijo él, aún cuando claramente no podía. Hermione siguió con él, sin quejarse, ni suspirar. Se lo debía, le debía esto, tenía que llevarlo con Daphne, con Draco, ellos eran su familia.

Cuando llegaron al muelle, Narcissa tomó un poco de la sangre de cada uno y las usó en un traslador. Magia de sangre.

—¿Cómo es que nuestra sangre va a funcionar?

—Cuando creamos las guardas, agregamos la sangre de todos aquellos a quienes teníamos permitido dejar entrar. Ahora he añadido la de ambos, así serán libres de entrar y salir como quieran— ninguno dijo nada —¿Están listos?

—Yo hasta aquí llego— dijo la castaña.

—¿Qué?

—No ire con ustedes— Narcissa y Theo se pusieron pálidos —Tal como prometí, saqué a Theo, pero el trato no me incluía a mi. No iré con ustedes.