Modo repetición.

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He vuelto a romper 
mis nudillos contra la pared 
al no poder 
dejarme caer 
por el barranco 
que se abre paso 
en tus estrellas 
caloríficas, 
incandescentes, 
luminosas, 
acaparadoras de la oscuridad 
que cubre mi vida impidiéndole 
a los rayos de sol 
iluminarla con esos tonos vivos 
y resplandecientes 
que solo puedo contemplar 
cuando el traqueteo del tren 
se hace tan patente 
como el latir desbocado 
de mi corazón muerto de miedo, 
pues sabe que, las pequeñas piezas 
que ha conseguido volver a poner en pie, 
van a volver a caer 
con la tormenta que comienza a acechar 
rompiendo el dos el cielo 
a cada luz fugaz 
que se abre paso 
como los dos focos del tren 
tomando la curva que lleva directa a mí, 
a mi torre que, sostenida por un par de pilares 
que van a venirse 
abajo en cualquier momento, 
es más débil 
que el latir de mi pecho izquierdo. 
Se avecina el naufragio 
en mi interior, 
se reinicia el bucle 
de caídas 
que tú habías conseguido detener 
con esa sonrisa 
en la que solo existía 
la primavera.

Desolación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora