Margaritas solitarias en praderas,
niñas que las arrancan,
tan solo, con la ilusión de encontrar,
tras deshojarlas, un me quiere.
Les quitan la vida, simplemente, para
responder la triste
pregunta que tiene su respuesta en algo que conocen:
no me quiere.
¿Y si ellas, en realidad, son margaritas
que están siendo deshojadas
solo para resolver esa tonta pregunta?
¿Y si sus ruinas solo son
pétalos de una flor
marchita?
Dime, ¿de verdad merece la pena,
o la alegría,
destrozar margaritas para que sientan
el inmenso dolor que tu corazón
sintió cuando le golpeó
con fuerza aquella bala?
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Desolación.
RandomPlasmando pedacitos de su alma en hojas de papel, libera lágrimas que la ayudaban a dejar de naufragar durante el tiempo en que su dolor se fundía en tinta.