El amanecer caía sobre su cuerpo. Las copas de los árboles danzaban sobre ella, que tiraba las hojas secas que caían sobre la improvisada tumba de T-Dog.
Aún podía oler el olor a descomposición de los caminantes tras ser caídos. Los hombres del grupo se habían encargado de ello, y de enterrar a los caídos. Nicole se preguntaba cómo habían enterrado a su amigo, los caminantes habían devorado lo que quedó de él.
Escuchó unas pisadas acercándose, por lo que desenfundó sus cuchillos. Pero el aire frío salió por su boca, en un exhalo relajado, al ver que era Daryl.
Daryl, con una rosa Cherokee en sus manos. Con pesar, dejó la flor sobre la tumba de Carol.
Y Nicole, apenas sintió sus ojos cristalizarse de nuevo, suspiró con fuerza y se alejó hasta donde las copas de los árboles no caían, donde el horizonte anaranjado se veía con libertad, donde los rayos del sol se asomaban.
De pronto sintió su presencia al lado suyo. Nicole miró a Daryl esperando que hable. Sin embargo, el cazador simplemente se mantuvo a su lado y miró el horizonte.—Gracias.
Daryl la miró confundido.
—¿Por qué?
—Por estar.
Tras pasar el mediodía, todos almorzaban en el pabellón. La voz de Rick Grimes robó su atención, había vuelto.
Ya durante el mediodía, el grupo almorzaba disimulada comida en el pabellón.—¿Todos están bien? —dijo él, fuerte y claro.
—¿Cómo estás tú? —preguntó Hershel, mirándole.
—Limpié el pabellón de las calderas —esquivó la pregunta Rick.
—¿Cuántos había?
—No lo sé. Veinte, tal vez treinta. Debo volver. Solo quería ver cómo estaba Carl.
—Rick, nosotros podemos sacar los cuerpos —dijo Glenn—. No tienes que hacerlo tú solo.
—Sí, tengo que —escupió Rick, para acercarse a Nicole y Daryl— ¿Todos tienen cuchillos o armas?
La arquera asintió, mirándolo con preocupación, mientras el cazador tomaba la palabra.
—Despejamos la sala de los generadores —dijo Daryl—. Axel está reparándola en caso de emergencia. Y limpiaremos los niveles inferiores.
—Las municiones se agotan. Maggie, Glenn y yo planeábamos salir a buscar —dijo Nicole—. Hay una guía donde podríamos encontrar armas, ropa e incluso leche maternizada para... la bebé.
Al escuchar lo último, Rick cerró los ojos por un momento, con dolor.
—Bien —aprobó el castaño, dando la vuelta para irse.
—Rick —lo llamó, pasándole su plato al cazador a su lado para seguirlo— ¡Rick! —insistió, pero él ya había cruzado y cerrado la puerta.
Cerró el baúl y siseó con arrepentimiento al hacerlo con tanta fuerza. Escuchó que Glenn exclamó "¡La puerta!" desde lejos.
—¿Vas a ir con ellos? —le preguntó el cazador, llegando hacia ella.
—Ajá —contestó Nicole, concentrada en su carcaj—. A ver si tengo suerte y consigo flechas.
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𝐀𝐑𝐐𝐔𝐄𝐑𝐎𝐒 | 𝐃𝐀𝐑𝐘𝐋 𝐃𝐈𝐗𝐎𝐍
RomanceEn el fin del mundo, el más fuerte sobrevive. Los débiles pierden. Pero... ¿es de débiles permitirse sentir? Sus flechas se encontraron. Él era un solitario, ella una guardiana. Eran dos almas fragmentadas que entrelazaban sus pedazos partidos, sin...