Capítulo 14: Sophia

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—¡Despierta! ¡Despierta, Nick!

Se despertó alterada al oír la voz de su sobrino y tras sentir la fuerte luz del sol en su cara, cuando se abrieron las cortinas.

—¿Carl? —musitó, muy adormilada— ¿Qué sucede?

—¡Levántate! —la jaló del brazo— ¡Tienes que convencer a mi padre para dejarme ir a la práctica de tiro! Y venir conmigo...

—Carl, si tus padres no te dejan, deben tener sus motivos...

—Por favor, Nick...

Nicole Harrison refregó sus ojos para ver bien la cara de perrito mojado que le ponía su sobrino, frente a la cama.

—No —negó la arquera.

—¡Oye! —protestó Carl.

—Incluso si quisiese, aún no está en condiciones de salir de la casa —entró Hershel—. Sé que han pasado cinco días, pero es importante que sigas utilizando las muletas, Nicole.

—Bien, anotado —le sonrió Nicole, aún adormilada.

—También tomar la dosis diaria de analgésicos...

—Anotado.

—Y no forzar tu pierna en lo absoluto.

—Bien. Gracias, Hershel, por todo... Me siento algo molesta durmiendo aquí en su casa, creo que ya puedo moverme al campamento, ¿no?

—No es molestia para mi.

—Insisto. Además, podría ser más útil afuera, quizás con la tierra o el ganado... —propuso Nicole.

—Quizás no fui claro cuando especifiqué que no fuerces tu pierna... —le reprendió Hershel, soltando una leve risa, contagiándosela a ella.

—Cierto.

Más tarde, la mayoría del grupo se había ido a la práctica de tiro, excepto los Greene, Carl, Beth, Nicole y Dale.

Y Daryl, a quien ella no veía desde el accidente.

Dale y Nicole estaban jugando al truco, cuando Glenn los llamó mientras corría hacia ellos, alarmado.

—¿Qué ocurre, hijo? —le preguntó Dale, preocupado.

—Hay caminantes encerrados en el granero, Lori está embarazada y yo tengo sexo con la hija mayor de Hershel.

—¿Te sirvo otra porción? —le ofreció Nicole a Lori, un pedazo de tarta de calabaza que había preparado Patricia.

—No, Nick, gracias —le sonrió ella—. No alcanzará para el resto.

—Oh, puedes comer mi porción.

—¿Qué? ¡Claro que no!

—No tengo hambre, sería un desperdicio.

—Guárdala para más tarde, mujer, no robaré tu porción.

—¡No es robar, te la estoy ofreciendo! —insistió Nicole, riendo.

 𝐀𝐑𝐐𝐔𝐄𝐑𝐎𝐒 | 𝐃𝐀𝐑𝐘𝐋 𝐃𝐈𝐗𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora