Di la vuelta para dirigirme a la entrada de mi casa y ahí estaba mi padre.
Trate de entrar e ignorarlo, pero me tomo del brazo al pasar por su lado.
–que hacías? – me pregunto mientras apretaba mi brazo con fuerza.
–nada– dije mientras trataba de soltar su agarre, pero mi esfuerzo fue en vano–me lastimas
–tienes totalmente prohibido salir con hombre– dijo soltando mi brazo.
¿qué mierda dijo?
–no tienes derecho de decidir sobre mi vida–dije sobándome el brazo, estaba segura que me iba a dejar marca.
–claro que lo tengo, soy tu padre.
–perdiste ese privilegio hace mucho, jamás te haría caso, eres solo una maldita pesadilla de la cual quiero escapar– sin más entre a la casa dando un portazo al cerrarla.
Me había acabado el libro que estaba leyendo y estaba super aburrida, mire a mi alrededor mi cuarto estaba hecho un desastre tenia ropa por todo el piso, mi escritorio estaba con todos mis cuadernos esparcidos y mi pequeña biblioteca tenia los libros desordenados.
¿Dios, como puedo vivir así?
Sin más que hacer me levante de la cama, tenía mi celular descargado por lo tanto no podía poner música con él, así que busque en mi armario el pequeño tocadiscos que me había regalado mi abuela y escogí uno de los discos que tenía, era uno de los álbumes de una de mi banda favorita sounds good feels good la primera canción que sonó fue money y sin más empecé a ordenar mi habitación, bailando al ritmo de las canciones.
Empecé recogiendo toda la ropa que estaba tirada mirando que era sucio y que no, después seguí con mi escritorio acomodando mis cuadernos y las cosas de la escuela y terminé con mi pequeña biblioteca acomodando algunos libros en el lugar correcto.
Acabe una hora después, cambie el disco colocando ahora AM de arctic monkeys. Un rato después tocaron la puerta.
–pase.
–te trajeron un paquete–dijo mi madre entrando con una caja la dejo en mi cama y se sentó en la silla de mí escritorio.
–oh por Dios, lo he esperado toda la semana–dije cogiendo la caja para abrirla.
–qué es?
–libros– logre abrir la caja y sacar los libros que había comprado.
Compre cuatro libros: al final mueren los dos por Adam Silvera, hecha de estrellas por Ashley herring Blake, tu y otros desastres naturales por maría Martínez y el túnel por Ernesto Sábato. Los tres primeros me los habían recomendado distintas personas en redes sociales y el ultimo me había llamado la atención mientras compraba los otros.
–por supuesto –dijo mi madre entre dientes–puedo preguntarte algo.
–ya lo hiciste ma–dije sonriendo un poco–adelante.
–que paso esta tarde con tu padre? – dijo un poco seria y yo suspire.
–un amigo me trajo a la casa y ...
–acabas de decir amigo? – dijo y me miro como si me hubiera salido otra cabeza.
–sí, ma un amigo y el enloqueció y empezó a decir que no podía estar con hombres.
–el solo quiere lo mejor para ti. – ahora yo la miraba a ella como si le hubiera salido otra cabeza.
–pff, estás hablando enserio? –dije y ella asintió.
–él no quiere lo mejor para nadie, solo piensa en el crees que va a querer protegerme? – dije exaltándose un poco.
tenía que calmarme o esto terminaría mal.
–no puedo creer que lo estés apoyando después de todo–continúe antes de que pudiera decir algo– como no te das cuenta de que no es bueno para ninguno de nosotros
–Ava no hables así de tu padre, él está tratando de cambiar y sé que lo hace por nosotros.
–mamá como puedes estar tan cegada? Hace cuantos años están juntos y no ha tenido ningún cambio– se quedó callada así que seguí
–cuantas veces has llorado por él, Porque no vuelve por días?, ¿porque te dice cosas desagradables y te engaña? En qué momento perdiste tu felicidad
–mi felicidad es estar con él.
–claro que no, estás perdiendo tu vida detrás de alguien que no hace nada bueno por ti, tienes que dejar de esperarlo– los ojos de mi madre estaban cristalinos por las lágrimas que estaba reteniendo y eso me rompía.
–no sabes nada, con el tuve los mejores años de mi vida hasta que...– no termino lo que iba a decir
–hasta que quedaste embarazada? Él no quería hijos y te culpa constantemente por "amarrarlo"
–no fue así, cállate– en su voz notaba la rabia que le daba hablar de eso.
–tienes que dejar de defenderlo, no es bueno para ti y te estas comportando como una adolescente mamá.
–no sabes que es bueno para mí, soy una mujer adulta y se lo que hago.
–y por qué lo sigues esperando? Por qué no te ocupas de nosotros y dejas de rogarle a ese imbécil. – en ese momento mi madre me abofeteo fuertemente y solté todas las lágrimas que estuve reteniendo.
Me dolía que actuara de esa manera y me dolía a un más que me hubiera golpeado, nunca me había golpeado de esa manera, generalmente hablaba con nosotros para aclarar las cosa.
–¡no hables así de tu padre Ava!
–¡deja de defenderlo maldita sea!
–yo me he preocupado de ustedes, he dado lo mejor de mí– suspiro– y tu padre también.
–creo que no dieron lo suficiente– dije secándome las lágrimas que corrían por mis mejillas– que nos den cosas materiales no va a hacer que tengamos el amor y la comprensión que nos faltó.
–tu padre tiene razón, eres una maldita malagradecida–dijo mientras negaba y salía de mi habitación dando un portazo.
Me acerque a la puerta, le puse el pasador, me deslice por la puerta hasta que toque el piso y empecé a llorar por todo lo que había dicho, además en mi mente se reproducían los recuerdos de todo lo que paso cuando tenía apenas 8 años, las palabras de mi padre y el morado que dejo en mi mejilla derecha la última vez que hable con él, lo que había pasado hoy y el hecho de que mi madre me había golpeado por primera vez en mi vida.
Me estaba ahogando, no podía respirar y mis ojos ardían tenía que salir de este lugar, así que desconecte mi celular del cargador, lo prendí y busqué entre mis contactos para mandarle un mensaje.
Hey, nos podemos ver?
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Para poder olvidar
Teen Fictionno solo te rompes por amores. sin embargo, Ava no lo supo hasta que fue muy tarde y todo alrededor de su mundo se destruyó, arrasando con su mundo y dándose cuenta de que nunca le prestó la atención suficiente a las personas que le importaban. Esta...