capitulo 11

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recomiendo leer el capítulo escuchando la canción que esta arriba 

Envié el mensaje y cinco minutos después me respondió.

claro, quieres que pase por ti?

Le dije que sí y empecé a arreglarme un poco, me eche agua en la cara para que no se viera tan roja y peine un poco mi cabello, me mire en el espejo no me veía tan mal -a pesar de haber llorado-llevaba unos pantalones negros sueltos, una sudadera del mismo color que me quedaba grande y mis tenis blancos.

Un golpe en mi ventana interrumpió mis pensamientos, fui hacia ella y la abrí abajo estaba Mason acomodando una escalera debajo de esta.

pero que mierda?

–hay una puerta en mi casa – dije, pero él ya había empezado a subir por la escalera

–sí, pero me empecé a leer el maldito libro del que no paran de hablar y quise intentarlo.

¡mierda! Ese es un libro que él no debería leer

–hola– dijo finalmente entrando por mi ventana

–te pido que no vayas a hacer eso a media noche.

–oh claro que lo haré–me miro a los ojos para luego pasear su vista por todo mi cuerpo– nos vamos?

–no pienso bajar por ahí – dije al verlo salir otra vez por la ventana

–no seas tonta, baja –volteé los ojos y empecé a salir por la ventana, él ya había terminado de bajar así que estaba en la parte de abajo sosteniendo la escalera.

¿Por qué diablos hago esto?

–estás mirándome el trasero?

–claro que no, no eres tan importante.

–que imbécil–dije entre dientes–¡no, no, no! – grité al sentir que se movía la escalera cuando estaba llegando abajo

–no vuelvas a decirme imbécil– dijo riendo

–estás loco.

El me sostuvo de la cintura para ayudarme a terminar de bajar y me giro para quedar frente a frente.

–pude morir– dije mirándolo a los ojos

–pero no lo hiciste –bajo su mirada a mis labios e inmediatamente mi corazón se empezó a acelerar.

–vamos– dijo y tomo mi mano para guiarme a el carro.

Al subir me coloqué el cinturón de seguridad y prendí la radio, sonó una canción que no conocía. Ya estaba empezando a anochecer eran aproximadamente las seis y media, el cielo estaba tomando ese hermoso color naranja del atardecer.

Mason empezó a conducir no sabía muy bien a donde iba, pero confiaba en él, estuvimos en silencio todo el camino, pero no me sentía incómoda era todo lo contrario, con él siempre tenía esa sensación de tranquilidad que solo me daba Samantha y me gustaba.

Me quede viéndolo un rato, llevaba un pantalón negro y una camisa blanca con los primeros tres botones despuntados mostrando parte de su pecho y las mangas dobladas se veía muy elegante

–deja de mirarme –dijo haciendo que me sonroje.

–no te estoy mirando, no todo el mundo gira entorno a ti.

–puede que no todo el mundo, pero tu si

–qué egocéntrico –soltó una risita y ninguno dijo nada más.

Para poder olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora