capítulo 21

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Martes 14 de febrero

Ese fue nuestro último beso. Nuestro beso bajo la lluvia. Mi sincera despedida y el penúltimo deseo de la lista en ser tachado. Ahora conoces la historia de Floyd McFly, la chica curiosa, intrépida y preguntona. Ahora sabes de mi existencia, de mi paso por la tierra, del lugar que ocupo en cada una de las personas que me conocieron, de quienes compartí, con quienes reí y lloré. Ahora sabes que vivo y que lo seguiré haciendo mientras mi historia sea contada. Felicidades, Hurón, todos los deseos de la lista han sido tachados. Con amor, Félix Frederick. –la señora Harris cierra el libro y se limpia las pequeñas lagrimas que tiene en sus mejillas ahora pálidas

– ¡no! –grita mi amiga tapándose con una almohada –no puede acabarse así

–que no puede acabarse así? –pregunta el señor Harris entrando con masón, este me da un café y le agradezco

Por la mañana habían ido a recogerme temprano, en este momento eran las diez, pero habíamos llegado a las seis y habíamos empezado a leer un beso bajo la lluvia, los dos últimos capítulos los había tenido que leer la señora Harris porque ni samantha ni yo podíamos pronunciar una palabra sin llorar

–el libro –le respondo al señor Harris –ni siquiera tuvieron un verdadero beso bajo la lluvia

–y e–ella murió –lloriquea mi amiga–por qué?

–la verdadera pregunta es ¿Por qué leen estas cosas?

–Ava me lo recomendó

–me dijeron que era una historia de amor que terminaba bien y tiene un lindo título, pensé que tendrían un lindo beso bajo la lluvia, se casarían y tendrían lindos hijos

–no leíste la sinopsis antes de comprarlo? –pregunta masón

–no, lo siento–digo y suspiro–dios, creo que nunca lo superare

–yo tampoco, felix la ayudó con su lista...no puedo más, ¡mama! –se acuesta al lado de su madre mientras llora

–nunca entender por qué les gusta sufrir de esa manera, es estúpido –dice el señor Harris, samantha lo mira mal y la señora Harris le hace señas para que se callara

–y de que trataba? –pregunta masón sentándose a mi lado

–ella tiene que vivir con su amigo de la infancia, pero él es un tonto infeliz–dice mi amiga entre el llanto–de esos que son secos y fríos con todos menos con la protagonista y tiene una lista de cosas que hacer antes de morir y hacen pensar que Félix es el que va a morir, pero no, muero Floyd... murió el huroncito–vuelve a acostarse al lado de su madre

–y al final dice...mira lo que dice–continua mi amiga, toma el libro y se limpia las lágrimas con el dorso de la mano–felicidades, Huron, todos los deseos de la lista han sido tachados. Con amor, Félix Frederick, no, no, no, me niego a creer que esto paso

–al menos cumplido todos sus deseos...y tuvo el mejor año de su vida–digo

–tu como estas tan tranquila? ¿acaso ya no tienes sentimientos? ¿no te dolió el final?

–la verdad me dolió más prohibido

–prohibido, no, ¡mamá! –vuelve a llorar con más fuerza –no podían estar juntos porque eran hermanos...y el murió para salvar a maya y a sus otros hermanos ¡¿Por qué?!

–mejor me cayó –digo

–creo que sería lo mejor–me susurra masón

–como que eran hermanos–dice el señor Harris–eso es incesto, samantha

Para poder olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora