_____
-¿enserio me amas?
-¡que sí! Te amo con toda mi fuerza – le dije a Sebastian el cual estaba acostado a mi lado
-pero seguramente no tanto como yo te amo – retiró delicadamente un mechón de mi cabello y lo colocó en su lugar
-sigue soñando Michaelis – el sonrió y me volvió a abrazar. Su piel era cálida y suave, me sentía segura al estar a su lado.
-¿Cuándo piensas despertar?- ya llevaba bastante tiempo preguntándome lo mismo- sabes que este que estás viendo aquí no soy yo, solo soy una proyección de tu subconsciente, las caricias las grabaste en tu memoria y por eso las puedes repetir por decirlo de alguna manera.
-pero es una proyección hermosa, no me quiero despertar. Este momento puede durar para siempre y así es como quiero vivir. A tu lado.
-lo que ves ahora, lo que sientes por esta proyección y lo que siente esta proyección por ti, no es nada comparado con lo que puedes llegar sentir en la vida real.
-¿y si ya me has olvidado?
-te puedo asegurar que no lo he hecho
-¿y si no te encuentro a mi lado?
-claro que estaré a tu lado
-¿y si no me amas como antes?
-estas en lo cierto, no te amo como antes. Te amo aún más, con cada instante que pasa. Te amo y nunca dejaré de hacerlo.
Sentí mis mejillas empaparse de lágrimas atrevidas que decidieron salir.
-tengo mucho miedo
-no lo tengas, allí estaré para amarte, besarte y otra cosa más importante…conquistarte cada día mas.
Abrí mis ojos lentamente, me ardían, empecé a tratar de mover mi cuerpo entumecido pero un dolor asqueroso se extendió.
-joder – exclamé al tratar de sentarme.
-¿_-_____?- su voz profunda y ronca, igual a la de mí sueño.
-h-hola – Sebastian me miró con sus ojos rojos cristalizados por las lágrimas y de un momento a otro estaba abrazándome fuertemente.
-hermosa, estas viva, estas aquí – sentí como mi bata fea de hospital era empapada por un líquido tibio, empapada por las lágrimas del hombre que amo
-s-si aquí estoy – sonreí y lo abarcó fuertemente, Sebastian tenía razón, era mejor en la vida real.
-tanto tiempo sin escuchar tu voz, la extrañe demasiado, extrañe todo lo que tiene que ver contigo, te amo eres todo para mí.
-yo también te extrañé demasiado, te amo.- agarré su rostro y como si fuese la primera vez en años, besé sus dulces labios.- ¿Cuánto tiempo estuve en coma?
-dos meses y medio – Sebastian se separó de mí y besó mi cuello como solía hacerlo- dos meses y medio, donde no te tuve a mi lado, donde no pude probar tus labios, dos meses donde no te pude hacer mía…y creo que es hora del castigo.
-lo espero con ansias – Sebastian se estaba acomodando en la camilla para obviamente hacer el amor. No hay nada más romántico que eso.
Pero la puerta sonó fuertemente.
-Señorita Clark ha despertado, es un gran alivio. ¿Cómo se siente?
-perfectamente, ¿sabe doctor? Nunca he sido buena paciente, así que ¿Cuándo me dan de alta?
-o me temo que dentro de unas cuantas semanas. Le tengo una gran noticia señorita Clark
- no me diga, ¿una buena y una mala?
-más para el lado bueno que malo.
Sebastian me apretó la mano con suavidad, mostrándome todo su apoyo y amor incondicional.
-¡felicidades! Va usted a ser madre
-¿m-madre?- dijimos Sebastian y yo al unisonó
-y sé que odia el hospital, pero debe venir más seguido debido a que estuvo en coma y eso pudo afectar en el crecimiento del feto, así que vamos a esperar unos días para hacerle un examen. Y felicidades a usted también señor.
El doctor se despidió y yo solo puse mi mano en mi barriga.
-v-voy a ser mamá – Sebastian me abrazó fuertemente y me dio un beso en la frente
-te amo _____
-te amo Sebastian.