Capitulo 26

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Holaaaaa chicas, estoy feliz y no tengo ni idea de porque lo estoy. Sé que hice un maratón pero voy a hacer otro. Sé que me demoré un poco pero aquí me tienen.

Sebastian

Después de la fiesta, lleve a _____ a la cabaña para poder arreglar a nuestro bebé.

-mi hijo se va a llamar Luigi – exclamó ____ con una sonrisa infantil en sus labios.

-no se va a llamar así – dije mirándola de reloj

-¿pero por qué? ¡¡Si yo lo parí!! – me reí y apreté su mano

-no creo que sea un nombre para un bebé con una madre tan hermosa

Sus mejillas se tornaron rojas  y solo podía deleitarme con el brillo que tenían sus ojos.

-c-cállate

Sonreí y llegamos a la cabaña.

-¡¡no aguanto más estos tacones!! Prefiero ser enana – exclamó _____ lanzando los tacones por los aires.

-si te enana – me recosté en la pared y pude ver como alborotaba su cabello.

-deja de decir ridiculeces Michaelis

-no son ridiculeces, solo te prefiero bajita, para poder abrazarte y tenerte solo para mí – volvió su mirada y pude ver el gesto de horror que tenía en su rostro

-mejor empiezo a crecer - _____ sonrió y se quitó el vestido

-¿Qué estás haciendo? – pregunte algo emocionado por lo que iba a ver

-aleja tus pensamientos pervertidos, que no es lo que tú crees, traigo un short puesto ¿crees que solo voy a llevar un vestido?

-lastima – pude ver como ____ se sonrojaba y lo ocultaba con su cabello

-c-cállate pervertido - _____ levantó sus cosas y las subió a la habitación

_______

Subí las escaleras y guarde el vestido en el fondo de la maleta.

-nota mental: llevar el vestido a la lavandería – me puse una blusa sencilla blanca y me senté en el borde de la cama.

Examiné la habitación y todo estaba en orden a excepción de una sola cosa. Había una nota en mi mesa de noche. La agarré cuidadosamente y leí: you are mine

Al final había una firma ilegible. No le preste mayor atención y bajé las escaleras.

Cuando alcé la vista pude ver a Sebastian casi desnudo.

-s-Sebastian colócate algo – corrí mi mirada hacia la sala

-¿Por qué? Tengo demasiado calor

-eso no significa que tengas que desnudarte.

-posiblemente – sonrió y yo solo rodé los ojos.

-te espero en la sala, debemos ponerle un nombre al bebé

Asintió y me fui a sentar en el sofá.

 

Después de media hora, Sebastian se sentó a mi lado y agarramos al bebé.

-¿Cómo lo llamamos?

-pero no hemos hecho el proceso de incubación del bebé ¿Qué le dirás cuando pregunte como vino al mundo? ¿Le dirás que fue la cigüeña?

-le diré que lo trajo el señor Brown – Sebastian soltó una suave carcajada – es enserio

-qué tal si lo llamamos Aiden

-no - ¿Qué nombre se le puede poner a un bebé? –Peco pon

-no

-pedro, como mi gato

-¿Qué clase de nombre es ese para un gato?

-es un lindo nombre para un gato, ¡oh ya se! Gilbert como mi amor platónico

-no – su mirada era fría

-¿celos?

-no – se ve tan tierno cuando está celoso ¿Qué acabo de decir?

-¿james?

-cualquier nombre que no sea Gilbert – sonreí  y llamé a nuestro hijo James.

En cierto modo esa idea hacia palpitar mi corazón.

¡Te voy a conquistar! (Sebastian Michaelis y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora