Holaaaaa chicas, estoy feliz y no tengo ni idea de porque lo estoy. Sé que hice un maratón pero voy a hacer otro. Sé que me demoré un poco pero aquí me tienen.
Sebastian
Después de la fiesta, lleve a _____ a la cabaña para poder arreglar a nuestro bebé.
-mi hijo se va a llamar Luigi – exclamó ____ con una sonrisa infantil en sus labios.
-no se va a llamar así – dije mirándola de reloj
-¿pero por qué? ¡¡Si yo lo parí!! – me reí y apreté su mano
-no creo que sea un nombre para un bebé con una madre tan hermosa
Sus mejillas se tornaron rojas y solo podía deleitarme con el brillo que tenían sus ojos.
-c-cállate
Sonreí y llegamos a la cabaña.
-¡¡no aguanto más estos tacones!! Prefiero ser enana – exclamó _____ lanzando los tacones por los aires.
-si te enana – me recosté en la pared y pude ver como alborotaba su cabello.
-deja de decir ridiculeces Michaelis
-no son ridiculeces, solo te prefiero bajita, para poder abrazarte y tenerte solo para mí – volvió su mirada y pude ver el gesto de horror que tenía en su rostro
-mejor empiezo a crecer - _____ sonrió y se quitó el vestido
-¿Qué estás haciendo? – pregunte algo emocionado por lo que iba a ver
-aleja tus pensamientos pervertidos, que no es lo que tú crees, traigo un short puesto ¿crees que solo voy a llevar un vestido?
-lastima – pude ver como ____ se sonrojaba y lo ocultaba con su cabello
-c-cállate pervertido - _____ levantó sus cosas y las subió a la habitación
_______
Subí las escaleras y guarde el vestido en el fondo de la maleta.
-nota mental: llevar el vestido a la lavandería – me puse una blusa sencilla blanca y me senté en el borde de la cama.
Examiné la habitación y todo estaba en orden a excepción de una sola cosa. Había una nota en mi mesa de noche. La agarré cuidadosamente y leí: you are mine
Al final había una firma ilegible. No le preste mayor atención y bajé las escaleras.
Cuando alcé la vista pude ver a Sebastian casi desnudo.
-s-Sebastian colócate algo – corrí mi mirada hacia la sala
-¿Por qué? Tengo demasiado calor
-eso no significa que tengas que desnudarte.
-posiblemente – sonrió y yo solo rodé los ojos.
-te espero en la sala, debemos ponerle un nombre al bebé
Asintió y me fui a sentar en el sofá.
Después de media hora, Sebastian se sentó a mi lado y agarramos al bebé.
-¿Cómo lo llamamos?
-pero no hemos hecho el proceso de incubación del bebé ¿Qué le dirás cuando pregunte como vino al mundo? ¿Le dirás que fue la cigüeña?
-le diré que lo trajo el señor Brown – Sebastian soltó una suave carcajada – es enserio
-qué tal si lo llamamos Aiden
-no - ¿Qué nombre se le puede poner a un bebé? –Peco pon
-no
-pedro, como mi gato
-¿Qué clase de nombre es ese para un gato?
-es un lindo nombre para un gato, ¡oh ya se! Gilbert como mi amor platónico
-no – su mirada era fría
-¿celos?
-no – se ve tan tierno cuando está celoso ¿Qué acabo de decir?
-¿james?
-cualquier nombre que no sea Gilbert – sonreí y llamé a nuestro hijo James.
En cierto modo esa idea hacia palpitar mi corazón.