Tn___________
Cuando llegue a mi dpto., y me senté en la silla de la sala.
- Maldito Sebastian – murmuré para mí misma
Mi gato se acercó y se sentó frente a mí.
- ¿puedes creerlo? El más popular e idiota de toda la escuela, me dijo que me iba a con quistar. Pobre idiota – Pedro solo me miraba con sus ojos purpura – y yo parezco idiota hablándote- Pedro maulló y yo lo abrace.
Me levanté de la silla y fui a mi habitación.
- Muy bien, ¿Qué debo llevar?- no tengo ni la menor idea de que llevar, partíamos mañana hacia el condominio y….*dong-dong*
¿Quién mierdas será?
Corrí hacia la puerta para ver quién era.
Abrí la puerta y mi quijada cayó al piso al ver quien era detrás del pedazo de madera blanca.
Sebastian
Aquí estoy yo, mirando a la hermosa Tn con unos shorts negros y una blusa que me deja deleitar con su anatomía humana.
- ¿q-q-que haces aquí? – Tn estaba algo sorprendida por mi aparición en su apartamento
- Solo vine a ayudar a mi esposa a empacar sus cosas – sonreí y pude ver como Tn rodaba los ojos.
- Te estas tomando este trabajo muy enserio, ya que pasa- entré al dpto. de Tn y pude ver lo organizado y lo elegante que era su apartamento
- Me gusta tu dpto. pero no tanto como tu
- No juegues con Fuego Michaelis, te vas a quemar - exclamó Tn desde la cocina.
Me extendió un vaso de Ginger Ale.
- Mi habitación esta al fondo del pasillo a la izquierda, necesito empacar y creo que me voy a demorar, apropósito ¿Qué haces aquí? ¿no deberías estar empacando?
- Ya lo hice
- Oh.
Tn se encaminó hasta su habitación y yo la seguía.
Cuando entré pude ver lo elegante que era su habitación.
Tenía una cama con una sábana purpura que hacia juego con sus respectivas almohadas.
- Linda habitación
- Gracias, la diseñé yo misma
- Que inteligente es mi hermosa esposa
- ¡Que no soy tu maldita esposa! –Tn respiró y empezó a sacar la ropa
- ¿para qué tanta ropa? No la vas a necesitar de todas maneras – su cara empezó a adquirir un color rojizo
- ¡deja de decir esas barbaridades!
- Muy bien, ya empacaste tu ropa interior
- C-creo que no
- Te ayudo
Fui hasta un cajón donde creí que estaba su ropa interior y efectivamente allí estaba.
Y vaya la gran y excitante sorpresa que me llevé.