THE MISSING

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3 SEMANAS ANTES

Hacía frío... Normalmente me despierto a las 7:30 a.m. pero esta mañana las sirenas de la policía me despertaron primero.

Las 6:23 a.m. marcaba el reloj. Frote mis ojos y me quejé al estirarme.

En ese momento, la puerta de mi cuarto se abrió de repente, causando que sintiera una ráfaga de viento que me dejó una punzada en el pecho.

—¡Hey!—Susurro Seth, mi hermano menor.

—Dios... ¡Me asustaste!—Dije pasando la palma de mi mano por mi pecho, aún acostado en la cama con los ojos entre cerrados.

—¡La policía tocó a nuestra puerta!—Dijo nuevamente en susurros apuntando hacia las escaleras—Están hablando con mamá...

Una expresión de extrañeza se reflejó en mi rostro e inmediatamente me levanté de golpe, haciendo que por un momento sintiera que todo me daba vueltas.

Ambos nos dirigimos hacia las escaleras, intentando ser silenciosos, pero nuestros pasos resonaban inevitablemente gracias a la madera desgastada.

Me lleve el dedo índice sobre mis labios—Shhh, ya no te muevas...

Ahora escuchábamos las voces que provenían de abajo.

—¿Los chicos?—Preguntó el Sheriff O'lain. Un hombre alto y un poco gordo que siempre llevaba el típico uniforme marrón con sombrero, un cinturón donde portaba su arma, una linterna y otras cosas que no podía identificar. Entre sus dientes también yacía un palillo de madera.

—Ellos están durmiendo. ¿Qué pasó? ¿Todo bien?—Preguntó mamá—Si es por la vacuna, ya todos estamos inscritos para obtener la dosis, oí que muchos se han estado oponiendo.

El Sheriff O'lain dejó escapar un suspiro largo, quitándose el palillo de entre sus dientes...

—No es eso...

Volvió a hacer una pausa.

—Lara... Eddy Connor y Miguel Fuentes están desaparecidos—Sonaba consternado.

Seth y yo quedamos perplejos, mirándonos entre nosotros. Notaba la cara de preocupación de mi hermano, ambos chicos iban en su clase.

—Por dios, Howard... Cómo... ¿Cómo es eso posible?—La voz de mamá temblaba.

—La bicicleta de Eddy Connor fue encontrada intacta y abandonada en medio del bosque, sin ningún rastro de él. Miguel Fuentes estaba en la estación de gasolina, en el carro mientras su padre hacía compras en la tienda. Cuando salió el chico ya no estaba...

Mi madre se llevó las manos a su boca, mientras que el Sheriff mantenía sus ojos en los alrededores de la casa, dirigiéndolos ahora a las escaleras, donde estábamos nosotros... Ambos nos hicimos hacia atrás.

—Creo que no nos vio—Susurré, el Sheriff había vuelto sus ojos a mamá una vez más.

—¿Seth no te ha dicho nada?

Mi madre pelo sus ojos, mirándolo fijamente.

—¿Seth? Él... no, ¿Qué tendría que decirme?

—Ambos chicos van a su clase, son sus compañeros, tal vez escuchó algo sobre escapar, algún plan de adolescentes, no sé.

Seth me devolvió la mirada, negando con su cabeza luego de escuchar al Sheriff. Le creía, mi hermano no era de guardarme secretos, o... eso esperaba.

—No, Seth no mencionó nada, no que recuerde...

Hubo un ligero silencio.

—Entiendo, realmente esperamos que los chicos aparezcan pronto y que solo sea un susto.

—¿Sus padres qué dicen?

—Están preocupados, es algo nuevo para ellos y para nosotros también, nunca antes habíamos tenido noticias así en Arcade—Soltó una pequeña risa pero no alegre—¿Puedes creerlo? Es más normal ver explosiones aquí que a dos chicos desaparecidos...

Y era cierto, cómo lo había dicho, pese a las explosiones y los cuentos, Arcade era un pueblo muy tranquilo.

—Espero que pronto aparezcan los chicos, que solo sea una mala pasada de jóvenes.

—Espero lo mismo, y disculpa por tocar a tu puerta tan temprano, las familias estuvieron esperando toda la noche a que los chicos llegarán a casa y nada...

—No te preocupes, si fueran mis hijos ya hubiera tocado cada puerta de este pueblo.

—Si los chicos recuerdan algo no dudes en llamarme...

—Por supuesto...

El Sheriff O'lain se marchó, mi hermano y yo esperamos unos cuantos segundos a que la patrulla arrancará para bajar las escaleras.

—¿Qué hacen despiertos?—Reprochó mamá en brazos cruzados al vernos.

—Las sirenas nos despertaron—Respondí.

—¿Escucharon?

Seth y yo nos miramos.

—Si...—Respondió mi hermano.

—¿Saben algo sobre eso?—Mamá enderezó más su postura manteniendo sus brazos cruzados, era su pose intimidante.

—No—Respondimos al mismo tiempo—Eddy y Miguel no son cercanos mamá, honestamente no creo que hayan decidió escaparse a algún lugar solo ellos dos—Finalizó Seth.

Esto era bastante raro, pensé.

—Dejen a la policía hacer su trabajo ¿si? Estos chicos aparecerán pronto.

PRESENTE

Había pasado casi un mes desde la desaparición de Eddy Connor y Miguel Fuentes. Los chicos no habían dado señal de vida desde entonces y la policía no había dado con nada hasta este momento.

Todo lo que se podrían imaginar, ya se había intentado para dar con el paradero de ambos.

Era muy extraño, algunas personas afirmaban haber visto a Eddy cruzar por el bosque en bicicleta, era una ruta que él siempre tomaba para cortar camino a casa, sin embargo, otros afirman no haberlo visto. Por el lado de Miguel, su padre dice que el ambiente se tornó extraño, apenas vio el carro vacío y el walkman de Miguel en el asiento supo que algo andaba mal, él afirmó que su hijo no dejaría su artefacto favorito de haber querido escapar, además de no tener razones para hacerlo.

Todo Arcade tenía los carteles de desaparición con la cara de los chicos en ellos. El de Eddy ofrecía una cantidad generosa de dinero de parte de la familia para quien quiera que tuviera información del paradero de su hijo. Y es que a estas alturas, todos en el pueblo coincidimos en que esto posiblemente se trataba de un secuestro... pero, si así era, ¿Quién estaba detrás de todo?

ARCADEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora