PUPPET

188 52 9
                                    

HOWARD O'LAIN

—Siéntate—Ordene.

—Debería llamar a mi padre...—Dijo el chico en un tono bastante altanero.

—Tienes 18 años Fausto, no es necesario que un adulto te acompañe. Además, solo serán unas preguntas.

Fausto me dio una mirada resignada y llena de ira al mismo tiempo. Su cuerpo seguía estando tenso y podía notar su ansiedad, no dejaba de comerse las uñas, ni de cambiarse de posición cada dos por tres.

—Bueno, iré directamente al grano... Los resultados en la camisa de Eddy nos dicen que los rastros de sangre son tuyos, ¿Crees poderme explicar eso?—Mis ojos lo veían fijamente.

—Eh... Bueno, si, me había cortado la pierna al caer, creo que sin querer pude haber manchado la camisa—Respondió intentando que sus ojos se mantuvieran en contacto con los míos, pero no podía.

—Claro, entiendo Fausto, la cuestión es que la sangre no estaba fresca, por lo contrario, estaba seca, lo que significa que no fue al instante en que "conseguiste" la camisa—Hice hincapié en la antepenúltima palabra.

El chico bajó su mirada, lo cual me daba a entender que si estaba mintiendo.

—¿Cómo tenias la camisa de Eddy contigo?—Pregunté.

Él se limitó a mirarme.

—No haga preguntas cuya respuesta usted ya sabe Sheriff—Respondió bastante firme.

—Yo lo único que sé es que esto te deja como el primer sospechoso de dos desaparecidos, uno de ellos muerto, así que, o me ayudas a entender cómo llegó la camisa de Eddy a tus manos, o no podré ayudarte.

—Usted dijo que sólo serían preguntas...

—Si me ayudas solo será eso, sé que tú no tienes nada que ver, sé que tus escapadas al bosque no estaban del todo relacionadas con los casos...

Él chico alzó su mirada rápidamente, en sus ojos se veía el miedo y la vulnerabilidad ante el hecho de que yo sabía lo que había estado haciendo, yo sabía su pequeño secreto... Sin duda lo tenía en mi manos, o eso creía.

—¡De eso nadie se puede enterar!—Se abalanzó hacia mí con un tono amenazante.

—Tienes que poner en orden tus prioridades, Fausto—Dije encarándolo, haciendo que retrocediera y volviera a su posición.

—Si mi Papá se entera de eso me mata...

—Ese no es mi problema—Dije.

—No, su problema es que debe resolver esto y la camisa de Eddy le daría esa posibilidad...—Hizo una pausa—¡Mierda! Yo solo quería ayudar, pero claro, usted es un títere más...

Antes de que pudiera responderle, la puerta se abrió.

—¡Levántate!—Dijo Frogger Morelli, quien había entrado de la nada al cuarto de interrogatorio.

Fausto. un poco sorprendido por la presencia de su papá, salió de la habitación.

—Lo siento Sheriff, el señor Morelli insistió—Dijo García.

—Acompáñalo a la salida, por favor—Ordene con un tono firme, él asintió.

Frogger cerró la puerta, dejándonos solos a los dos dentro de la habitación.

—Ni se te ocurra volver a traer a mi hijo a esta ratonera—Dijo apuntando su dedo índice hacia mi rostro.

—Dile a tu hijo que tenga más cuidado—Me mantuve firme.

—Tú ten cuidado Howard, para algo te estoy pagando.

ARCADEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora