ARCADE

THE CLOWN'S HOUSE

HANZEL

Parecía una tontería que la feria de aniversario de Arcade se estuviera llevando a cabo después de todo. Lo que había dicho Set era cierto, al parecer la feria estaría custodiada por todos los oficiales de Arcade en caso de que el secuestrador pensara que era el escenario ideal para hacer su siguiente ataque.

Me parecía estupido y sin lógica, este plan no era un secreto, absolutamente todo Arcade lo sabía, posiblemente el secuestrador también y si era inteligente, no se molestaría en aparecer, pero era lo que se esperaba, al fin y al cabo sería una feria llena de niños y adolescentes libres por todos lados, algo que en las últimas semanas no se veía del todo. Aparte de Donkey's, ningún grupo se reunía por su cuenta en algún otro lugar del pueblo que no fuera frecuentado.

—¿Creen que ataque esta noche?—Preguntó Seth.

Él, Aeris y yo nos encontrábamos hablando en Donkey's, esperando a que la feria iniciará.

—Yo la verdad no creo—Dijo Aeris.

—¿Por qué no?—Pregunté.

—¿No sería muy arriesgado? Quiero decir, pensándolo desde el punto de que obviamente no estaría entre sus planes ser atrapado.

Antes de que Seth o yo pudiéramos decir algo apareció esa voz con ese acento característico a un lado de nosotros.

—Sabes mucho del secuestrador ¿No, amore?—Dijo Fergus.

Últimamente Aeris preguntaba mucho sobre lo ocurrido con los chicos desaparecidos. Seth y yo nos habíamos dado cuenta que el único tema con el que manteníamos una conversación con ella era el caso de las desapariciones, y bueno, que ahora uno de ellos haya sido encontrado muerto había despertado más su curiosidad.

Honestamente no veía malo que preguntara y sacará sus propias teorías, absolutamente todos estábamos en la misma posición, pero en los Morelli, en especial en Fausto, había notado que no le gustaba eso. Era un poco contradictorio, ya que había sido él quien me había buscado porque tenía "curiosidad" sobre todo lo que estaba pasando.

—Tal vez tengas algo que ver con él—Añadió Fausto arqueando su ceja derecha.

Los dos hermanos Morelli se habían unido a la conversación sin ninguna invitación, típico.

—Yo apenas llegué al pueblo hace unos días—Dijo Aeris.

—El asesino a veces resulta ser el recién llegado, en este caso, la recién llegada—Respondió Fausto.

Ya en este punto el ambiente se sentía incómodo.

—¿Por qué mejor no nos cuentas tú qué pasa, Fergus? Tu papá es el que no saca sus narices de todo lo que está pasando—Dijo Seth.

Se notaba lo personal en su comentario. La cara que puso Fausto al escuchar a mi hermano fue inexplicable, estaba listo para responderle cuando Fergus lo detuvo para él responder.

—Hey, solo estaba bromeando—Dejo salir una risita y se llevó su petaca a la boca—Te ofrecería un trago para que te relajes un poco, pero... Aún te cambian los pañales ¿Cierto?—Concluyó entre risas. Fausto también empezó a reírse.

Aeris y yo estábamos en medio de esta tensión entre ellos y mi hermano. En menos de un segundo, ahora era yo el que detenía a Seth de decir algo que empeorara la situación. Lo que había dicho del Doctor Frogger no había estado bien, no porque no fuera cierto, sino porque en realidad lo era.

—¿Y tú no tienes nada mejor que hacer Fergus? ¿Cómo no tomar? Digo... Se supone que no puedes hacerlo ¿No?, no sería bueno que tu papá te viera así.