BAD LIAR

77 19 1
                                    

HANZEL

Sentí que mi corazón se había detenido, justo cuando escuché del radio de un oficial que habían encontrado un cuerpo, todo tipo de pensamientos cruzaron por mi cabeza, cada uno haciéndome esperar lo peor, temía que ese cuerpo fuera el de mi hermano, el sentimiento de pérdida que sentía sin saber si era él me consumía, aunque por fuera no se notara.

Jade sujetaba mi mano, ambos nos preparábamos para algo, y... de igual forma pensaba en Aeris, no quería perder a ninguno de los dos está noche.

Esperamos varios minutos y todos a nuestro alrededor querían respuesta de lo que estaba pasando, estábamos consternados y yo solo miraba atento esperando a que Seth y Aeris salieran de ahí sanos y salvos cuando por el rabillo del ojo vi algo moverse aprisa y desvié mi mirada, era Fausto, quien parecía intentar escabullirse por el bosque, mis ojos se entre cerraron con extrañeza pero al perderlo de vista inmediatamente volví a pensar en mi hermano y Aeris, realmente en este momento no me importaba lo que hiciera Fausto.

Al volver mi mirada a la espesa neblina fue cuando por fin los vi salir, abrazados, indefensos, sus rostros en shock y sobre todo, manchados en sangre... Ahí lo supe, lo que sea que había atacado al pueblo de Arcade unos meses atrás había atacado nuevamente.

Mi pregunta ahora era ¿lo habían atrapado? ¿estaba muerto? ¿Era el payaso que estaba en la casa?

Todo en mi cabeza daba vueltas y no lograba encontrarle sentido a nada.

Cuando por fin pude sentirlo en mis brazos, sentí mi alma volver al cuerpo, sabía que no podía permitir que nada le pasara, era mi pequeño hermano y debí haberlo cuidarlo, era todo lo que debía hacer.

—Vamos, los llevó a casa—Nos dijo el oficial Charlie dirigiendose a mi y a Jade.

Seth y Aeris habían ido al hospital y aunque no me gustaba la idea de volver a separarme de mi hermano ahí estaría mamá así que me sentí más tranquilo al respecto. No sabía exactamente por lo que acababan de pasar ellos dos, nadie lo sabía, la policía no estaba dando detalles, ni siquiera se sabía de quién era el cuerpo al que le habían disparado.

Después de dejar a Jade en su casa el oficial Charlie me llevó a la mía, todo el camino estuvo callado, solo se limitaba a mirar por el retrovisor de vez en cuando. Quería preguntar qué había pasado, me sentía con el derecho de tener una respuesta, pero no sentí que fuera buena idea y a decir verdad, tenía un poco de miedo de saberla.

Una vez en mi casa me despedí bajándome del carro, estaba sujetando la manija y con mi otra mano introduciendo la llave para entrar cuando escuché la puerta de la patrulla rechinar y al oficial Charlie bajarse del auto.

—Hanzel...—Dijo, yo me volteé.

—¿Si oficial?—Respondí.

—Tú hermano... Él está vivo por suerte, Seth y Aeris estuvieron en un gran aprieto esta noche...—Bajo su mirada e hizo una pausa para luego subirla nuevamente—Se que son adolescentes, quieren saberlo todo, pero confía en mí, es mejor que no. Aléjense lo más que puedan de todo lo que está pasando, ¿okay?

Sus ojos oscuros me miraban fijamente esperando una respuesta. El sentimiento de culpa al haber dejado a mi hermano solo me invadió nuevamente.

—Así será oficial...—Asentí apretando mis labios, dispuesto a esta vez cumplir con mi palabra.

12:07 a.m.

Estaba en el sofá de la sala esperando por Seth, mamá me había llamado para avisarme que todo estaba bien, Aeris estaba estable y Seth ya estaba en camino, pero había pasado mucho tiempo desde la llamada y aún no llegaba, no quería ser paranoico, él estaba bien, pero no podría pegar un ojo hasta tenerlo en casa.

Pasaron unos 20 minutos y con mis ojos cerrados del sueño sentí que alguien abría la puerta, lo cual me hizo abrirlos enseguida. Era Seth.

—¡Hey! ¿Cómo estás?—Me levanté del sofá tan rápido que sentí un poco de mareo.

—Bien... ¿Qué haces despierto?—Dijo en un tono serio.

Lo notaba raro.

—Pues, esperando a que llegaras, tardaste bastante.

Él suspiró.

—Ha sido una noche larga, iré a tomar un ducha y a dormir...

Seth se abrió paso a subir las escaleras dejándome con los brazos extendidos.

—Espera, ¿no me dirás qué pasó allá?

—No pasó nada...—Dijo bajando su mirada al suelo.

—¿Cómo que no pasó nada? Aeris está en un hospital porque entró en shock...

Sentía que quería decir algo pero no lo hacía, ¿por qué no quería decirme qué había pasado?

—Fue...—Hizo una pequeña pausa—un ataque animal...

Okay, no esperaba que saliera con la misma mierda que decía la policía.

—¿Me estás jodiendo?—Dije cruzándome de brazos.

—Es lo que pasó Hanzel, ¿qué más quieres que te diga? —Su voz sonaba bastante cansada.

—Quiero que me digas qué pasó de verdad Seth.

Torció sus ojos y suspiró sacando todo el aire que tenía en sus pulmones.

—Aeris y yo estábamos hablando y perdimos de vista la casa, empezamos a caminar para encontrarla y nos fuimos más hacia el bosque sin darnos cuenta, y de la nada la atacó... El animal, por eso está en shock, fue traumante e hice lo que pude para defenderla, eso fue todo.

No le creí ni una palabra. Esta historia estaba tan bien planeada que se me era imposible creerle.

—¿Sobrevivió?—Pregunte.

—¿Qué?

—El animal...

—Ah, no, está muerto...

—Eso quiere decir que ya todo acabo, ¿no?—Entre cerré mis ojos.

—No lo sé, Hanzel... No sé nada, ¿okay?

Me estaba mirando fijamente con una mirada bastante preocupada, ¿por qué no me dices qué realmente pasó hermano?

—Está bien, perdón... Que bien que ya este muerto lo que tanto nos atormentó estos meses—Dije apretando mis labios.

—Si...

—Bueno, me alegra que ya estés en casa, ve a descansar, ¿si?—Le di dos palmadas en su espalda, intentaba aparentar que había creído todo lo que había dicho.

—Buenas noches...—Dijo forzando una sonrisa.

—¡Descansa!—Sonreí intentando que mi sonrisa se viera genuina.

Sabía que algo más había pasado... Yo había visto a un payaso desaparecer ante mis ojos y aun no le podía dar explicación a eso, ni a nada. Había prometido no meter mis narices en esto otra vez, pero se suponía que entre mi hermano y yo nunca habían secretos, ¿qué tan grave tenía que ser para que me mintiera?

Lo que había pasado, la advertencia del oficial, la mentira de mi hermano, todo era por una razón, y solo podía pensar en que moría de ganas por descubrir qué era.

ARCADEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora