MORE THAN YOU KNOW

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SETH

Estaba sentado en la única silla que había en la habitación. Aeris veía la televisión mientras comía su desayuno de a poco. Se suponía que la película estaba interesante, pero en ese momento yo solo la veía a ella, y no de una forma tonta o embobada como he de admitir la he visto desde el primer día que llegó, esta vez la veía con culpa, le estaba mintiendo en su cara acerca de lo que había pasado.

Ella no recordaba nada, no entendía cómo había llegado al hospital, creía que yo había sido su héroe, él que la había salvado de una manada de lobos porque eso era lo que él Sheriff le había hecho creer hasta a mi mamá.

—¿Hey?—Sonrió al ver mi mirada perdida en ella—¿Estás bien?

Reaccione, fingiendo una actitud despreocupada nuevamente.

—Si, ¿por qué?

—No sé... Te veías un poco distante.

—Nah... Solo me preguntaba cómo puedes dejar los Pancakes de lado, ¡ellos son la mejor parte!

—¿Ah sí? ¿Los quieres?–Dijo metiéndose uno a su boca de una forma bastante infantil.

Esta vez mi sonrisa era genuina.

—Ten, la verdad no quiero—Me pasó el plato con los Pancakes restantes.

—No, no... debes comer...

—Pero ya no tengo hambre...—Respondió apretando sus labios.

La mire dudoso entre cerrando mis ojos mientras me cruzaba de brazos.

—¿Quéee?—Dijo.

—No, nada...—Dije haciéndome el de rogar.

—Tonto...—Dijo.

En ese momento su mamá entró a la habitación, se veía molesta y angustiada.

—¡Malditos seguros!—Exclamó.

—¿Qué pasó?—El rostro de Aeris se tornó preocupado.

—Nada hija... Descansa mejor—Dijo mientras iba de un lado a otro.

—Si pasa algo, dime...

Yo me sentía como un estorbo que no debía escuchar fuera lo que fuera, pero ahí estaba.

—El seguro no piensa cubrir los gastos... Y no tenemos dinero. Ayer fui a la ciudad para vender el resto de cosas que dejamos ¿y qué me encuentro? Nos robaron...

—Pero... ¿Cómo?...—Aeris se notaba sorprendida por lo que su mamá acababa de decir.

—Disculpe que me meta en la conversación Sra Halland, pero el Doctor Morelli dijo que todo estaría cubierto por el hospital...—Apreté mis labios.

—Ja... ¿Y quién cree que somos? ¿Otra de sus obras de caridad?—Mi comentario la había molestado más, así que preferí no meterme otra vez.

—Mamá... Solo acéptalo, se siente culpable porque él fue quien permitió que la feria se llevará a cabo...

Las ganas que tenía de gritar que ese imbécil no sentía nada de culpa me consumían, pero solo seguí reprimiendo la rabia de una vez más no poder hacer nada al respecto.

—Al menos eso me permite solo preocuparme porque tú estés bien...—La Sra Halland se acercó a Aeris dándole un beso en la frente y a su vez acariciando su mejilla —Iré a la a buscarte ropa, ¿si? No tardaré.

Aeris asintió.

—Gracias a ti también Seth...—Se notaba que sus palabras salían del corazón, lo cual no me reconfortaba mucho. Cuando la vi esta mañana me había abrazado con lágrimas cayendo por su rostro mientras me agradecía una y otra vez por haber salvado a Aeris. Era imposible no sentirme una mierda cuando sabía que nada de eso había pasado.

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