ARCADE

THE EXPERIMETS

HANZEL

Después de haber estado al borde de la muerte dos veces y de que Fergus casi perdiera su pie, por fin salimos del bosque, y no precisamente como lo esperaba, ya que a mi lado estaba ¿Cruzio? El lobo asesino que por poco hace que moje los pantalones... Y es que nunca en mi vida había tenido tanto miedo de algo, nunca había visto un lobo así de cerca, solo escuchaba de vez en cuando sus aullidos por las noches cuando era luna llena. Pero era claro que este no era cualquier lobo, era un lobo mutado.

—Discúlpalo...—Dijo esa voz femenina de nuevo, Elaine.

Como ya había mencionado, ella y los otros tres chicos tenían el cabello blanco y la piel bastante pálida, solía decir que yo era pálido, pero ellos eran otra cosa.

—Casi me mata—Respondí sin dejar de verlo. Ahora, acostado con su gigante cabeza apoyada en sus patas estiradas se veía mucho menos amenazante.

—¿Qué hacían en el psiquiátrico?—Dijo arqueando su ceja.

Dirigí mi mirada a ella cruzándome de brazos.

—¿Qué hacían ustedes ahí? Nunca los había visto...

Dije dándole una mirada a todos.

—Yo soy Elaine, Elaine Moonray... Ellos son Alastor, Prynce y Aran Moonray, mis hermanos.

Los tres chicos alzaron la palma de sus manos saludándonos.

—No respondiste su pregunta—Dijo Fergus.

—¿Y tú no deberías ir a que te vean esa pierna?—Dijo Aran.

—Nah, estaré bien Amore. Doctor Aensland hizo bien su trabajo con este vendaje—Notaba su burla al saber que era mi abrigo—Mejor respondan, ¿qué hacen aquí?

—Mejor cuéntanos tú cómo los conoces—Dijo Fausto, quien parecía más desorientado acerca de todo.

—Fue hace mucho tiempo hermano... Ya no recuerdo bien...

—¿Ah no? ¿Te refrescamos la memoria?—Alastor se levantó imponente ante el desinterés en las palabras de Fergus—Tu padre experimentó con nosotros.

Tenía claro que el lobo era un experimento, pero ellos aparte de su peculiar apariencia parecían bastante normales...

—Deben admitir que el cambio de Look les sentó bien—Contestó con su media sonrisa sarcástica y en seguida el otro chico, Prynce, quien se veía más serio que todos, le volteó la cara de un golpe. No podía negarlo, me había gustado ver eso.

—¿Ustedes son...?

—¿Experimentos? Si... Gracias a su padre—Repondió Elaine interrumpiendo a Fausto.

—Pero, ¿cómo? ¿No que tu papá no había conseguido hacer funcionar el químico hasta ahora?—Mis preguntas se dirigían a Fergus.

—Eso pensé...—Fergus hizo una mueca quejándose del dolor.

—Su padre consiguió que funcionara poco después de que mandara a Fergus al internado. Nuestra apariencia fue causa de todas las veces que experimentó en nosotros...—Dijo Elaine.

—¿Eso quiere decir que durante 7 años no uso el químico en nadie más?—Preguntó Fausto.

—No... Nuestro padre le robó la fórmula—Aran le dio un empujón a Fergus y se dio paso a sentarse en uno de los troncos.

—Pues creo que es buen momento de que se vayan, porque si sabe que los hijos de quien le robó su fórmula están aquí, los matarán—Dije.

—Nuestro padre ya está muerto...—Prynce habló por primera vez, la ira en su tono de voz era evidente.