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Al despertar busque a Aidan entre las cobijas, pero él no estaba, así que me levante de la cama y me dirijo al baño a ducharme para ir al instituto

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Al despertar busque a Aidan entre las cobijas, pero él no estaba, así que me levante de la cama y me dirijo al baño a ducharme para ir al instituto.

Al entrar al instituto comencé a ver muchas pancartas, con el logo de el equipo de fútbol, una linda y feroz pantera con el uniforme de el equipo;yo no sabía muchas cosas sobre el manejo de los torneos en la escuela ya que hace no mucho había entrado.

Encontré a Carolina y Maca paradas aun lado de los muchos carteles, y me acerqué a ellas.-¿Porque hay muchas pancartas?- hable-.

-El día de mañana se llevaría acabo un partido para decidir quién iría a la final- contestó Carolina

-Tan rápido- mi confusión fue notoria por cómo Me sorprendí.

-Si Bueno aquí en los torneos, el equipo de la escuela tiene el privilegio de pasar directamente a la final, ya que han ganado diez años seguidos los torneos- explico Carolina.

-Ya comprendo-

-Lo mejor de los torneos son las fiestas de celebración, ya que ahí la fiesta dura toda la noche hasta amanecer son las mejores fiestas de el año-lo dijo con orgullo

-Si me imagino, muchos estudiante ebrios, teniendo sexo en cada lugar de la fiesta, jugando juegos para ponerse cada vez más borrachos hasta no poder sostenerse, si ,moriría por ir a una de esas fiestas- solté con ironía y recelo mientras se dibujaba una sonrisa en mi rostro.

Adán pasa a un lado de nosotros y ase como si no existiéramos mientras camina con una chica de cabello rubio nariz perfecta y labios carnosos, Maca lo mira con odio, recelo  y dolor, mientas los sigue  con la mirada.

Si las miradas pudieran lastimar, Adán y la chica estarían gritando de dolor por la forma en que Maca los atraviesa con la mirada.

-Idiota- soltó ella cuando Adán y la chica entraron a un salón.

-¿No se supone que ya estaban bien?-después de lo de el finde semana cualquiera se imaginaría que tendrían algo o habían hecho las pases.

-No- contestó muy abrupta- El idiota después de la cabaña me dijo que no quería nada oficial, me enojé y lo mandé al carajo- apretó  los labios.

-Pero no te puedes quejar de lo bien que te la pasaste en la cabaña- comentó Carolina,rio,burlona mente.

-Cállate Carolina no estoy para tus jueguitos- la fulmino con la mirada.

-Bueno, Bueno - intervine para que no se mataran - A qué hora es el partido y ¿se compran entradas? o ¿como?-

- Las entradas ya las tenemos, y el partido es hoy a las siete, nos veremos todos aquí media hora antes de que inicie para tomar chocolate caliente, que es el mejor de el mundo- Alardeó Carolina.

La sombra del deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora