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                                      America

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America

Estaba consciente que así en mi estado no podía hacer mucho para salir de aquí, pero no dejaría que nada ni nadie nos hiciera daño.

Mientras he estado aquí, he aprendido a sobrevivir antes él me ponía a luchar por mi vida pero después optó por no seguir haciéndolo, porque tenía otra cosa con la que me podía dañar.

También he podido aprender que la fuente de él tienen estrictamente prohibido, salir de la casa y ayudarme a escapar,aquel que lo llegara a hacer pagaba con su sangre.

Todos los teléfonos de esta casa, no servían lo sabía porque varias beses los intenté utilizar para pedir ayuda y nunca encendían, el único aparato para comunicarse era su teléfono celular y otro que se encontraba en su despacho.

Tenía que ingeniármelas para llegar hasta ellos y poder pedir ayuda, estuve por varias semanas ingeniando un plan para llegar a ello, primero tenía que conseguir la llave del despacho para así poder usar el teléfono.

La forma en la que la conseguiría sería después de la cena con Donato, el muy infeliz siempre pone en mi bebida un calmante que me hace adormecer mi cuerpo y me hace dormir por horas incluso días, para después abusar de mi, las beses que él quiera.

Pero hoy trataría de intercambiar las copas para que tomara la mía, solo tendría que crear una distracción.

Cómo era en las cenas que él estaría se habría la puerta de mi habitación y subió por mi la perra de Maca a mi habitación para bajar a cenar.

En su rostro se plantaba una sonrisa de insuficiencia al verme,Me tomó del brazo y me obligo a caminar.

-Eres una perra-Hablé por lo bajo solo para que ella pudiera escucharme.

-No tienes otro insulto más ingenioso- Bufo.

-Oh créeme tengo cientos, pero tardaría una eternidad en decirte todos- Apretó mi brazo y me obligó a caminar más rápido.

Llegamos asta el patio, donde se encontraba una meza repleta de comida, y el sentado, parecía la escena de el padrino, dominante y sigiloso.

Al verme se levantó hasta acercarse a donde me encontraba.- Estás hermosa- susurró tomándome de la cintura y acercándome a él.

Me guío asta mi asiento y después el tomo asiento hasta el otro extremo de la meza quedando ambos uno frente al otro.

Ordenó que trajeran la sena,en todo momento el no despegaba su ojos de mi ¿Acaso sabía lo que tenía planeado?, no lo creo yo he sido cuidadosa.

Maca llego con la comida y dejo nuestras copas sobre la mesa, yo decidí esperar a que todo avanzara con completa normalidad.

La sombra del deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora