-Aidan, Aidan- le gritaba mientras corría, pero obvio hacia cómo si no me escuchaba.
Corrí detrás de él como loca, entró en los vestidores de el equipo, no me importó si estaba lleno de jugadores o no y entre.
El lugar por suerte ya estaba casi vacío, había dos personas solo, que al ver a Aidan salieron de el lugar.
Estaba parado enfrente de su casillero y comenzó a sacar su ropa, con mucho enojo.
-Podemos hablar- hable calmada
-Para que para que me des excusas, sobre lo que vi-continuo aventando sus prendas de ropa, asía su maletín.
-No te daré excusas, solo te dire lo qué pasó- traté de tocarle el brazo, pude sentir lo tenso que estaba con solo tocarlo.
-Y que es lo qué pasó,porque yo lo vi más que claro America- El tono en que pronunció mi nombre parecía de reproche.
-No es lo que tú piensas- traté de explicar- El me dijo que quería hablar, y yo acepté y lo seguí, pero después, que ya estábamos en el salón. esperé hasta que hablara y no decía nada, después me acorralo, y cuando se habría la puesta me beso-seguido para mirarme.
-Y porque aceptaste hablar con él-
-Porque creía que era mi amigo- deje caer los hombros-
-Ese idiotas, cuando lo vea le daré la paliza de su vida- soltó molesto.
-¿Como sabias donde estábamos?pregunté con curiosidad.
Porque desde, que termino el partido no lo había visto, ya que habíamos acordado encontrarnos en el estacionamiento, pero antes pasaríamos con los demás por un café antes de verlo e ir hacia la fiesta.
-Uno de mis compañeros de equipo me dijo que me estabas esperando en ese salo, pero ahora veo que todo fue planeado-.
Me acerqué a él- ¿Entonces estamos bien?-pregunté-
-Si, pero cuando vea a ese pendejo-se acercó a mi- Será un gusto, darle una golpiza- susurró a mi oído, lo cual causó que mi cuerpo se estremeciera.
Comenzó a quitarse la camisa- Qué haces- pregunte cuando comenzó a sacarse los shorts de el uniforme de fútbol, y quedó en bóxer enfrente de mi.
No pude evitar pasarle mi mirada descaradamente por todo el cuerpo, es perfectamente la lujuria en persona.
-Me cambiare y bañare, no iré a la fiesta con el cuerpo sudado y con el uniforme de el equipo-Ahí estaba de nuevo esa sonrisa perversa- Que pensaste, con esa cabecita perversa-se acercó y volvió a susurrar en mi oído.-Nada-Que sea dese te de decir complete en mi cabeza y suspire-Bueno espérame no tardaré, y no me molestaría tener compañía- guiño un ojo, se colocó la toalla en la cintura y se dirigió al área de regaderas.
ESTÁS LEYENDO
La sombra del deseo
Teen FictionNunca me imagine que con tan solo tocarme me llevaría a la locura total de placer Nada es lo que párese.. ♣️