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Cassandra

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Cassandra

Toda mi vida siempre he obtenido lo que quiero y esta no será la primera vez que no lo obtenga. Papá siempre me enseño que yo siempre obtenía lo que quisiera, no importara lo que tuviera que hacer.

Después de la misteriosa desaparición de mi querida prima, algo había iniciado con Aidan, pero aunque ella estuviera lejos siempre sería lo mismo, ellos y sus malditos sentimientos.

Si pude quitarle a Jaden obvio podría con Aidan, así se me fuera todo el tiempo el aria.

Por eso decidí subir a su habitación aprovechando que su padre lo llamaba, tenía que asegurarme y sacarle a esa perra de su cabeza.

No me moleste en tocar la puerta así que entre-. Tu padre me dijo que subiera a hablarte—. Le dije.

Se encontraba recostado sobre su cama, recorrió mi cuerpo con su mirada, sabía que yo te iba un cuerpo envidiable y con su gesto me lo comprobó.

—Ahorita bajo— fue lo único que dijo.

—Bien— salí de su habitación.

Está obvio que estaba estresado, pero eso no era impedimento para mí, al final yo sabía que podía quitarle el estrés.

Si quería demostrar que yo siempre quería lo que quisiera no me dejaría intimidar por él así que decidí volver a entrar.

—Aidan— susurré, aserrándome asta donde se encontraba, tenía que actuar así que puse mi mayor cara de nervios.

—Dije que ya bajaba— Repitió con fastidio.

—Yo solo quería decirte...-me detuve a pensar para a ser esto más interesante, pero mi verdadera intención no era hablar.— No quiero decirte nada mejor te lo demuestro.

Yo era más pequeña que él así que lo sujete de la camisa con fuerza me pare de puntas y lo bese, sus labios estaban secos y fríos.

Trato de abrirme camino, pero entonces me tomo de la cintura, pensé que me acercaría más a él, pero no me separo y sentí ese vacío en mí.

—No, Cassandra—  hablo después de separarnos y lo miré con confusión.

—¿Pero, tú y yo?— Me alejé de él  al ver su expresión fría y mirada pesada.

—Fue un error si, lo siento-

No un error es lo que acabas de hacer Aidan, y ten por seguro que te arrepentirás.

—Tienes razón fue un error— Me enojé un poco y solo quería salir de ahí, me giré en dirección a la puerta.

—Espera— Escuche su voz-Solo seamos amigos y si no solo colegas—. Fingió una sonrisa.

La sombra del deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora