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América.
Si hubiera sabido que la pelea solo era el inicio del infierno en el que me encontraba, mil veces hubiera preferido estar muerta, pero ahora sé que tengo que luchar por nosotros.
Pero aún me faltaba saber el porqué lo odiaba tanto ¿Qué fue lo que mi padre le hizo que lo daño tanto?.
—Es hora de contarte una historia— sonrió con prevención, acto seguido entró una chica con una máscara, de calavera.
En el lugar se encontraba un proyecto, con el cual él comenzó a explicarme, mientras en mi cuerpo iban introduciendo agujas donde él les indicara a una joven de cabellera pelirroja; con cada una que introducían a alguna parte de mi cuerpo dolían demasiado.
La chica jaló un carro viejo de ruedas donde se encontraban agujas de todos los tamaños.
—Hace años había un grupo de tres amigos para ser exactos, que tenían el deseo de ser empresarios y reconocidos en el mundo de los negocios.-
Cambió las imágenes y apareció la foto de mi padre joven junto con otros dos sujetos que supuse era él, pero al mirar al otro sujeto mi piel se erizó, él era igual a Aidan, pero con la mirada más oscura.
—Veo que los has reconocido —. Se giró hacia la enorme foto.-Biel, Zaid y Donato, si eran como hermanos, se criaron desde niños, inseparables y siempre daban todo el uno por el otro, Pero eso fue antes, que sacaran al pobre de Donato de la jugada y lo mandaran a acecinar.
Cambio la foto y apareció, ahora mi padre y Zaid juntos.
—Todo por el maldito poder, y dejarlo fuera de los negocios. Después de que fundaron su empresa y comenzaron a crecer un mal manejo, llevo todo a la quiebra.
>Pero entonces apareció, una salvación con la cual podíamos recuperar todo, era prestar nuestras emperezas para lavar dinero y iniciar en el mundo de las drogas.
Al principal todos aceptaron, con el pasar del tiempo todo comenzó a marchar bien, pero como toda empresa que comienza a generar grandes ganancias, el departamento de policía pidió una inspección, porque resulta que alguien informó lo que se hacía.
Zaid y Biel buscaron al "soplón" pero no se encontró nada, pasado el tiempo ambos comenzaron a investigar a Donato. Y lo acusaron de serlo.
Le indico que invertirá una aguja cerca de mi pecho, y ella sin pensarlo la encajo.
Por más que él pedía las pruebas que ellos tenían y aseguraba que él no era decidieron acecinarlo sin importarles nada.
Le tendieron una emboscada para matarlo, pero lo que no sabían es que alguien lo alertó y no pudieron cometer su acto.
Y sí Donato Soy yo, por mucho tiempo estuve investigando la verdadera razón de porque me mandaron a acecinar.
Una aguja entró por mi clavícula, la perra disfrutaba hacerlo, y le gustaba ver cómo me sangraba.
