-. La Llegada de los Peores Días. Parte 3.

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Aferrado a un Sentimiento.

-Hanna: ¿Te-Terminar? Pero... tú me gustas mucho (con gran angustia). Te adoro... Y tú me dijiste que sentías lo mismo. No... (agitada, niega con la cabeza) No lo voy a permitir.

-Albus: Hanna, por favor... (desvía la mirada con profunda pena)

-Hanna: ¿Acaso ya no me quieres? ¡Soy tu Eterna, Albus! Soy...

-Albus: Lo sé, lo sé... (la interrumpe tomándola por los hombros)

En realidad, Albus había olvidado por un instante ese pequeño detalle. Pero no podía, no tenía el valor de dañar a su querida Eterna de esa manera, permaneciendo a su lado cuando su corazón no quería.

-Albus: Eres... una chica maravillosa y bella. Pero...

-Hanna: Ya no me quieres, ¿verdad? Es eso...

Albus vuelve su mirada hacia ella, encontrando en sus ojos una chispa indescifrable que se ablanda de a poco tras verla respirar hondo y soltar un gran suspiro.

-Hanna: (Sonríe con serenidad) Hay alguien más, ¿cierto?

Albus no responde de inmediato; desvía de nuevo la mirada sin estar completamente seguro de qué decir. Pero, si había algo que le debía a su Eterna, era sinceridad. Traga saliva al fin y mira a Hanna a los ojos, asintiendo.

-Hanna: (Inclina la cabeza con curiosidad) ¿Quién es?

-Albus: No importa quién sea, Hanna. Solo quiero que sepas que tú has sido una de las mejores cosas que me pasó en la vida, todo lo que hiciste por mí en el pasado jamás podré pagártelo. Eres fantástica y... me disculpo por hacerte perder el tiempo.

Otra vez. La estaba perdiendo otra vez.

No le había bastado con perderla en aquella otra realidad. Ahora volvía a deshacerse de ella como si fuera una de sus pociones mal hechas.

-Hanna: Definitivamente... (alza una ceja con evidente molestia, luego su expresión se ablanda de nuevo y vuelve a sonreír) Pero está bien. Dime quién es.

-Albus: (La observa cohibido) Hanna...

-Hanna: Es lo mínimo que me merezco (se cruza de brazos con una sonrisa).

Albus se remueve incómodo; lo piensa un segundo más, sintiendo que la rubia tenía razón.

-Albus: Jenna.

-Hanna: (Abre mucho sus ojos con gran asombro) ¿En serio? Albus, pero... ¿desde hace cuánto?

-Albus: (Niega con la cabeza) No lo sé, supongo que... (suelta un suspiro resignado) desde Siempre.

-Hanna: ¿Y por qué no has hecho nada?

En el rostro de Albus se dibujó por un instante un gran gesto de desconcierto. ¿De verdad le estaba haciendo esa pregunta? Más lógico sería preguntarle el porqué había decidido tener una relación de "novios" con ella, teniendo aún sentimientos románticos por su mejor amiga. Aunque, si lo pensaba un poco, se suponía que había dejado de sentir cosas por Jenna y que en su corazón solo había espacio para su Eterna. Pensar en todo eso solo le producía más dolor de cabeza.

-Albus: Ha sido complicado (dice al fin, frotando su frente). Realmente creí que ya era un tema superado, tú me ayudaste con eso, pero luego de lo que pasó la semana pasada...

-Hanna: (Pestañea confundida) ¿Qué pasó?

Albus suelta otro suspiro, con la mirada baja nuevamente. Debía decirle. Debía contárselo a alguien o su pecho explotaría, y quién mejor para desahogarse que ella.

EL LEGADO y El Asedio de la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora