21. Aceptación.

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-Potter...

James levanta la cabeza tranquilamente observando solo con un ojo abierto al viejo conserje que, con expresión de desprecio, le miraba de vuelta sintiéndose triunfal; había atrapado a James Potter fuera de la cama, a una hora prohibida.

-A.Filch: Creo que se ha metido en problemas, Potter.

-James: Soy Prefecto, Filch (cierra los ojos). Por si no te habías enterado, y puedo estar en los corredores hasta altas horas vigilando.

-A.Filch: ¿Ah, sí? (con sonrisa burlona) ¿Vigilando... hasta las 4 de la madrugada?

-James: (Abre los ojos sorprendido) ¿Ya son...? (bosteza y recuesta la cabeza a la pared con los ojos cerrados nuevamente) Que bueno, amanecerá pronto.

-A.Filch: Se lo diré a la Directora (comienza a alejarse).

-James: ¿Podrías esperar al menos a que amanezca? Déjala dormir. De cualquier manera no me moveré de aquí.

-A.Filch: Castigar a un Prefecto... Vete despidiendo de tu linda insignia, Potter.

-James: Adiós, Filch (se despide con un ademán).

                         _…_

-¡Señor Potter!

James abre los ojos de golpe, podía ver luz asomarse por las ventanas del pasillo. Levanta la vista para encontrarse a Madame Pomfrey saliendo de la Enfermería. La bruja lo miraba con ojos muy abiertos y los brazos en jarra.

-James: Señora Pomfrey... (se levanta apresuradamente, sacudiendo su túnica) ¿Ya puedo pasar a verla?

-M.Pomfrey: Usted... ¿Pasó la noche aquí afuera? (muy sorprendida)

-James: ¿Puedo?

James mira a la enfermera de forma suplicante. La anciana suspira cansada poniendo los ojos en blanco y accediendo a la petición del chico. Muy bien conocía al primogénito Potter y sabía que no dejaría de fastidiarla hasta conseguir lo que quería.

James entra a la Enfermería dirigiéndose con paso apresurado a la única cama ocupada del lugar. Jenna estaba dormida; su rostro había recuperado su color caramelo y sus mejillas se veían rosadas, tenía bolsas bajo los ojos y estaba un poco despeinada, pero estaba bien.

-James: ¿Cómo la ve, Madame?

-M.Pomfrey: Ella ya está bien, señor Potter. Esta tarde podré darle de alta.

-James: ¿Y cuándo despertará?

-M.Pomfrey: Tal vez en una hora o dos. Le dí suficiente Pócima Calmante para que descansara lo necesario.

-James: Ya.

-M.Pomfrey: Sí, como ve, en mis manos está bien cuidada (alza el mentón con orgullo). Así que debería volver y descansar un poco, aún son las 6 con 30...

-James: ¿Me daría un minuto con ella? Por favor.

-M.Pomfrey: (Pone los ojos en blanco nuevamente) Iré un momento con la profesora Sprout. Volveré en UN minuto.

James asiente, acercándose más a Jenna y tomando su mano. Madame Pomfrey sale, dejando a James solo en el lugar.

-James: Hermosa Hufflepuff... (susurra)

James besa la mano de la chica y trata de arreglar un poco su cabello. Él la contempla, no supo cuánto tiempo pasó solo mirándola, pero sentía que podía durar toda la eternidad así, simplemente viéndola. Le encantaba observarla, ese se había convertido en su pasatiempo favorito. Le resultaba interesante de muchas maneras y le había costado mucho lograr descubrir y aceptar el porqué.

EL LEGADO y El Asedio de la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora