-. Entre Pláticas y Discusiones. Parte 2.

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Albus y Jenna bajan al primer piso del Castillo y entran al aula indicada en el Mapa encontrando a Scorpius allí.

Se hallaba sentado en uno de las primeras mesas, leyendo un libro con una expresión sumamente seria; alza la cabeza y la gira un poco sorprendido al momento en que la puerta se abre, pero al ver a sus amigos entrar por ella su expresión se relaja.

Sus ojos se apreciaban un poco hinchados, lo cual oprimió profundamente el pecho de Albus y Jenna.

Scorpius no lloraba, solo lo habían visto hacerlo a causa de su madre y ellos podían comprender eso, pero al conocer que su llanto era producto de otra cosa no podían con la impotencia que eso les generaba. Albus cerró sus manos en puños, en un intento por suprimir la ira que lo embargaba; Jenna, a su vez, tomó una gran cantidad de aire por su nariz, conteniendo el impulso que sentía por querer maldecir a todo aquel que provocara dolor a sus amigos.

Scorpius no merecía eso.

-Scorpius: Hola, chicos.

Albus inhala y exhala un fuerte suspiro, cerrando sus ojos con el ceño fruncido y alza tres de dedos en dirección a su rubio amigo:

-Albus: De acuerdo (suelta irritado), tres preguntas...

-Scorpius: (Sonríe sin ganas) ¿Exámen oral?

-Albus: Primera pregunta (levanta un dedo): ¿Acaso te urge ver la clase de Historia? (y contempla con desagrado el aula)

Jenna sonríe de lado sin poder evitarlo, sabiendo que Albus solo intentaba animar a su amigo.

-Scorpius: (Su sonrisa se ensancha y niega con la cabeza) Es un lugar tranquilo.

-Albus: Bien, segunda pregunta... (levanta dos dedos) Ésta también va para ti, Jenna (mira a su amiga con reproche y luego devuelta a Scorpius): ¿Es justo que hagan correr a su mejor amigo por todo el Colegio solo para buscarlos? Pregunta fácil, respuesta fácil: No.

-Jenna: (Suelta una risita) Es bueno para tu salud.

-Scorpius: Así formarás músculos en tus piernas.

-Albus: Que divertido, muy gracioso, me muero de risa (ironiza poniendo los ojos en blanco y levanta tres dedos). Ok, tercera pregunta... (piensa un momento) No, no se me ocurre otra pregunta.

Scorpius ríe un poco.

-Jenna: A mí sí se me ocurre una (mira a Scorpius con ternura): ¿Estás bien?

-Scorpius: (Sonríe con tristeza y niega con la cabeza) No, no lo estoy. Pero lo estaré (finge animarse), cuando me disculpe con Rose.

-Albus: Está bien, tengo una pregunta extra: ¿De verdad crees que debes disculparte con ella? (con una mueca de incredulidad)

-Scorpius: (Se encoge de hombros) No sé qué más hacer. No sé qué pasa por la mente de Rose, ella no era así...

Su voz se rompe, al igual que su expresión aparentemente relajada y sus ojos comienzan a humedecerse. Jenna abre mucho sus ojos y corre inmeditamente a abrazarlo.

-Jenna: Todo se solucionará (lo abraza más fuerte). Tranquilo, por favor. No quiero volver a verte triste (se separa de él y lo mira con una sonrisa), o te juro que maldeciré a quien sea.

-Scorpius: (Sonríe de lado, aún con sus ojos húmedos) Oh, de eso no tengo dudas.

Los tres chicos sueltan una carcajada.

Albus se acerca a ellos y se sienta sobre el escritorio del profesor mirando de frente a sus dos amigos.

-Jenna: ¿Les cuento algo genial? (con una sonrisa entusiasta)

EL LEGADO y El Asedio de la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora