- Charleston – dijo Dante entre bostezos. El olor del mar llenó el ambiente y Dante inspiró tranquilamente el salado olor. Después de pasar la noche en Columbia habían llegado a Charleston, una ciudad costera al sur del estado de Carolina – Dioses, me duele todo – dijo mientras se estiraba.
- Podemos hacer una paradita – dijo Helena mientras se quitaba el casco. Charleston Harbor brillaba al sol. Hacia el norte y el sur, franjas de tierra se extendía como brazos que rodeaban la bahía, y situada en la boca del puerto, estaba una isla con un fuerte de piedra. Caminaron por el malecón mientras Dante recordaba la historia de esta ciudad. Como hijo de Ares tenía mucha facilidad para recordar todas las guerras de la historia del mundo.
La guerra estalló en Charleston, en el estado de Carolina del Sur, en la madrugada del 12 de abril de 1861, a pesar de que en esa batalla solo hubo 9 heridos, aquel día inició el conflicto más sangriento del la historia del país. Si cerraba los ojos, Dante podía escuchar el sonido de los disparos de balas, podía oler la sangre por todo el lugar y sobre todo los gritos de sufrimiento de las personas – Dante, ¿estás bien? – preguntó Helena, sacándole de sus pensamientos.
- Sí... No es nada. Charleston tiene un gran pasado militar. Por un momento me ha abrumado – explicó quitándose la extraña sensación que recorría todo su ser. Dante miró al fuerte y por un momento le pareció ver a un soldado, guardando este. Se frotó los ojos y volvió a mirar y ni rastro de ese soldado. Estoy cansado, pensó, era imposible que hubiese un soldado en un fuerte abandonado, sin duda el cansancio le estaba ganando y ya no era capaz de distinguir la realidad. Los chicos dejaron al malecón para adentrarse en uno de los parques. Cuando llegaron a una zona con césped Dante se tumbó boca arriba, mirando las nubes – ¿Adivina quién se va a echar una siesta? –
- ¿Te vas a poner a dormir sin revisar si hay algún monstruo por aquí? – le respondió Helena.
- Efectivamente – contestó después de cerrar los ojos. El sol calentaba su cuerpo mientras que la suave brisa del mar enfriaba la zona, creando una atmosfera perfecta para descansar un rato.
– Se nota que estamos en el sur del país... Aquí hace más calor – dijo Helena.
- Sí... No queda mucho para llegar a Florida... - respondió Dante con los ojos cerrados. A pesar de la tranquilidad con la que se tomaba las cosas no podía parar de pensar en las palabras del Oráculo, se iba a perder en el sur y cuanto más se acercaban más nervioso estaba.
Helena tuvo que notar que a pesar de estar con los ojos cerrados Dante no estaba relajado en absoluto. La chica se sentó a su lado y empezó a pasar la mano por el corto cabello del chico – Si vas a dormir duérmete. Deja de darle vueltas a las cosas – le dijo ella con suavidad. Estas palabras funcionaron inmediatamente en Dante, haciendo que el chico se olvidase de sus preocupaciones y dejando que se centrase en la suave brisa.
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Dante soñó que de nuevo se encontraba en la caverna con el inmenso trono, pero esta vez el lugar era ligeramente diferente y es que en el centro de la caverna un enorme rio de aguas cristalinas le separaba a él del trono. Dante se acercó dispuesto a tocar las aguas del rio pero algo le detuvo, una fuerza invisible – Yo de ti no haría eso – dijo la suave voz.
- Ya te estaba echando de menos – murmuró Dante sarcásticamente - ¿Por qué no puedo entrar en ese rio? –
- Porque no es un rio normal y corriente, acércate y mira – dijo la voz. Dante se asomó al límite del agua y solo vio su propio reflejo, claramente, como si fuera un espejo. Sin embargo con el tiempo la imagen empezó a desvanecerse y su propio rostro se volvió en un borrón irreconocible. Esta imagen hizo que Dante se pusiera nervioso, no sabía muy bien por qué pero no pudo seguir viendo la imagen.
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ARES #1 // DIOSES DEL OLIMPO // PERCY JACKSON
FanfictionDescubre quién eres... Cinco años... Cinco años en el Campamento Mestizo, donde Dante se convirtió en uno de los semidioses más respetados. Sin embargo, la aparición de un nuevo campista y el despertar de un mal ancestral pondrán aprueba sus capacid...