Capitulo Dos

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_______ se quedó dormida en el viaje luego de aquello.

Pasaron no-sé-cuántas horas después, y la joven chica procedió a abrir sus ojos, y admirar la belleza de Italia a través de la ventana del avión. Soltó un silbido, y miró asombrada lo hermoso que era aquel lugar.

- Queridos pasajeros, les avisamos que estamos preparados para aterrizar el avión. Sean bienvenidos a Verona, Italia... - habló la aeromoza, y luego comenzó a traducir lo que había dicho en diferentes idiomas.

Cuando ya finalmente estaban en tierra firme, bajó junto a Victor, buscaron sus cosas y luego caminaron hacia la salida del aeropuerto a buscar algún taxi para que los llevara a algún hotel. Luego se subieron a uno.

- Ci porta al Hotel Mastino, per favore, signore (Nos lleva al Hotel Mastino, por favor, señor) - le dijo Victor al conductor de aquel taxi.

Victor miraba maravillado todo el paisaje.

- ¿No es precioso esto, ______? - preguntaba él sonriendo feliz..

- Por supuesto, no he visto nada tan hermoso en toda mi vida... - comentó ella maravillada.

Luego de algunas calles, llegaron finalmente a dicho hotel. Reservaron una habitación y fueron a guardar sus pertenencias. En recepción a Victor le habían dado una revista con los lugares más famosos de Verona.

- ¡Debo ir a este museo! Se ve demasiado interesante y... - Victor se disponía a salir de la habitación, pero recordó a ______ - Amor, ¿quieres ir? -

Ella suspiró, pero negó con la cabeza. Luego Victor le dio un beso en los labios, y se fue. ________ agarró un bolso suyo, dejó una nota que decía "Si regresas y no estoy salí a caminar por las calles, amor. Besos, ____". Luego salió de la habitación, y caminaba por las calles.

Había de todo: tiendas de ropa, de comida, ferias, museos. Los niños jugando entre ellos, y algunos con helados en sus manos. Señoras riendo, sentadas, hablando de cuando eran jóvenes. Y habían hasta hombres mimos haciendo shows, agrupando a gente interesada en verlos.

Todo era hermoso. Era muy... vivo, y familiar. Todo lo contrario a las calles de Nueva York, que todo eran mujeres con bolsas de zapatos para acá y allá.

Volteó hacia una calle, y vio que en estas había una casa con un muro gigante, que tenía un valcón arriba, y al frente de la casa un banquito. En el muro habían muchas notas con escritos (que por cierto, algunas notas las letras estaban corridas por lo que parecía eran lágrimas) y, para terminar, millones de mujeres: desde adolescentes, hasta señoras ya de tercera edad, escribiendo con aún más lágrimas escritos en hojas.

Se acercó a ver alguna de las notas, y pudo ver que todas eran de corazones rotos. Personas que sufrían por amores.

Luego de que todas las mujeres se fueran vio a una muchacha acercarse con un canasto entre sus manos, recogiendo las notas pegadas en el muro y poniéndolo en la cesta. Luego de recogerlas todas se iba dando la vuelta, caminando por donde había venido.

_________ no dudó un momento, y comenzó a seguirla silenciosamente.

La vio entrar en un local de lo que parecía ser de comida, y entró ella también. Luego se iba subiendo a unas escaleras, y ________ la seguía desde más o menos cerca, subiendo también las escaleras.

La muchacha entró en una habitación, dejando la puerta abierta. Ella se puso escondida en el marco, observando.

Había una mesa en el centro del lugar, con algunas señoras sentadas alrededor de dicha mesa.

-... ¿Quién es ella? - preguntó murmurando una de las señoras, señalando a ___________.

- No lo sé. Por favor, dinos quién eres... - dijo otra de ellas.

La joven con toda la pena del mundo dejó de esconderse, y se adentró a la habitación caminando despacio, para luego detener su caminata.

- Me llamo _______ _______ (Nombre y apellido). Verás, es que he visto cuando recogía las notas, y me dio algo de curiosidad saber qué hacían con esas notas.

- Oh, claro, querida. Bueno, nosotras somos como las secretarias de Julieta - respondió una de las señoras.

- Julieta Capuleto... - susurró __________ - Oh, vaya. ¿Y les responden a todas esas chicas deprimidas en tan poco tiempo? - preguntó ella.

- Sí, bueno. Verás, cada una tiene una especialidad. Por ejemplo, la señora Marie es especialista en los amores duraderos, y dando consejos para que perdure su amor. Tiene 80 años, y desde los 18 está casada con su esposo.

Marie sonrió, y miró abrasadoramente a ___________.

- También está Paulete, que aconseja acerca de todo lo que son los embarazos, y cosas de la familia. Tuvo 15 hijos en toda su vida... - siguió hablando la chica.

- La señora Lily responde acerca de lo que son los amores prohibidos. Cuando era joven bueno... Ahora está casado con aquel "amor prohibido" así que les aconseja a las chicas -

- Y, ella, hace los demás temas que sobran ya que no ha sufrido por amor aún, no tiene hijos, ni está casada... - terminó de decir la doña Marie mirando a la chica que me había hablado, y a la cual había seguido hasta acá.

- Oh, por cierto, mi nombre es Ana - se presentó la misma chica.

- Mucho gusto, Ana - contestaste sonriendo.

- Oye, cariño... ¿No te gustaría mañana acompañar a Ana a recoger las cartas? - preguntó con una sonrisa la señora Paulete.

- ¡Claro que sí! ¡Me encantaría! - respondiste con una completa emoción.

Ana asintió sonriendo.

- Mientras, observa cómo es todo acá mientras que respondemos las cartas... - explicó Lily sonriéndole dulcemente.

- Por supuesto, "secretarias de Julieta" - contestaste riendo.

Letters to Juliet [Harry Styles AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora