Letters to Juliet [Harry Styles AU]

Capitulo cuarenta y cinco

Capítulo 45.

– ¿Trae algún otro bolso? – Preguntó el señor de seguridad. Negué con la cabeza.

Luego de aquella noche que pasé con Harry ayer, nos acostamos para estar frescos en el viaje. Me disculpé con los chicos por haberme retirado así, pero ellos lo que hicieron fue decirme un no te preocupes con mirada pícara. Naty y Nick sí habían conseguido el permiso para acompañarnos en el tiempo que durara su hermano con nosotros en Italia, y volvería a ver a mi Victor y a seguir con la búsqueda. Pero, tuvimos que esperar en este aeropuerto como cuatro horas porque, como en todos los vuelos, hubo retraso.

Los señores de seguridad tenían un detector de metales en sus manos. Pasaron el aparato, y sonó varias veces en lugares extraños, y tuve que excusarme ¡Nunca más volvería a usar tantas cosas de metal en un viaje! El endemoniado aparato comenzó a sonar en el área de mis pechos y ellos me miraban con una ceja alzada incrédulos.

– ¡Es mi sostén que tiene una figura pequeña en el centro hecha con metal! – Admití avergonzada. Harry, quien era el más cercano, me miraba divertido. Atrás de él, Nicole, solo miraba la escena tratando de no soltar alguna risa.

Lo seguían pasando, y esta vez sonó en mi entrepierna. Me golpee con la mano en la frente, resoplando. Esta vez los hombres abrieron su boca a más no poder, y me miraron incrédulos.

– Es mi botón del pantalón, pervertidos –

– Puede seguir. El pasillo número tres la llevara a su vuelo –

Harry soltó una risita a mi lado, y le di un pequeño codazo mientras que me daba la vuelta rumbo a donde me indicaron. Ya Liam, Louis y Anny estaban en el avión, pero no pude entablar conversación con ellos porque sus bocas ya estaban ocupadas en algo. Decidí hablar con mi primo y me senté temporalmente en la silla de Anny; el avión estaba algo solo porque había gente afuera todavía, siendo revisados.

– ¡Hola! – Saludé energéticamente a Liam. Él me sonrió y saludó igual.

– Tengo algo que decirte – Dijo él luego de un rato. Le miré dándole a entender que era toda oídos.

Soltó un suspiro, y se decidió por hablar.

– ¿Desea alguna bebida? – Llegó una azafata con un carrito. Asentí y señalé la botella de agua. Me la dio, y le agradecí.

Liam carraspeó a mi lado, y volví a mirarle.

– Quiero pedirle matrimonio a Nicole – Soltó sin más. Boté un poco del agua que tenía en mi boca, de la impresión.

– ¿Qué tu qué? – Abrí mis ojos a más no poder.

– Es que siento que ella es la indicada. Quiero pasar el resto de mi vida con esa mujer –

– Recuerdo cuando éramos niños, y te presentaba amigas mías. Decías que te resultaban asquerosas... Aquellos tiempos – Solté un suspiro nostálgico, que se convirtió luego en una sonrisa – ¡Pero estoy feliz por ti, primo! –

– ¿Por qué estás feliz por Liam? – Preguntó Nicole a mi lado. Me quedé estática, y miré cómo Liam también se quedaba paralizado.

– P-porque dijo que viajaría contigo a solas en Verona, y eso está más que claro que es algo para estar feliz ¿no? –

– ¿Es enserio, amor? – Preguntó emocionada. Este asintió y dejó caer el peso de sus brazos.

– Nos separaremos de los chicos unos días, e iremos a disfrutar nosot –

Lo dejé hablando con su novia, y disimuladamente me retiré del asiento para tirarme a mi asiento, que estaba diagonal a ese.

– La vida es irónica, ¿cierto? Te toca asiento justo a mi lado – Escuché la voz de... Oh, no. Styles.