Capitulo Cuarenta y Dos

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Capítulo 42.

– ¿Será que tú estás en tu periodo? – Preguntó, soltando tremendas carcajadas muy naturalmente. Le miré con un leve tic en la ceja, para luego resoplar.

Tomé el último mordisco del waffle, dispuesta a levantarme de ahí sin soltar palabra. Ella gritó un «¡Espera!»corriendo detrás de mí.

– ¿No me ayudarás con el risotto? –

Bufé. Eso era lo que menos pensaba en estos momentos.

–No si sigues haciendo comentarios como esos –

Noté cómo bajó la mirada jugando con sus dedos.

– De acuerdo. Prometo no decir cosas similares a esa – Levantó su mano derecha. Asentí, y me dejé llevar por ella hacia la cocina nuevamente.

Me puse un delantal como el que cargaba _______ en su cuerpo, y ella me dio una de esas sonrisas que te quitan la respiración.

(POV _______)

Comenzamos a cocinar, y Harry soltaba uno que otro chiste; la estaba pasando realmente genial. Vimos la hora en el pequeño y algo antiguo reloj de la pared, marcando 10:03 a.m.

– Debo ir a cambiarme – Anuncié. Noté cómo me miró confundido diciendo algo como "pensé que te irías así" – Las chicas me dejaron una ropa que compraron para mí ayer –

Subí, y encontré el vestuario en mi cama. Consistía en unas Converse color rojo, un short de blue jean con una blusa holgada a juego con los zapatos, adornado con puntos blancos. Finalmente tenía un cintillo con un moño blanco pegado en el plástico, con la única intención de adornar su cabello. Se dio un baño de quince minutos minutos, se vistió en otros cinco más con todo y maquillaje –lo más natural posible, cabe destacar– y salió echa un ovillo hacia planta baja al ver que faltaban pocos minutos para ir al picnic.

– ¡Estoy lista! Vamos – Trataba de regular mi respiración. El chico a mi frente estaba comiendo una galleta tranquilamente, tragó la porción de su boca, y me observó de arriba abajo.

– Nada mal – Comentó sonriendo arrogantemente. Rodé mis ojos algo molesta por su actitud, pero me detuve a observar lo que llevaba puesto.

Se había vestido con una bermuda color beige, acompañado de una camisa azul índigo, de su cuello colgaba un collar con un dije de acero inoxidable, con unas letras en él. Algún significado debían tener la A y D para él. Por último, cargaba unos tenis deportivos de un blanco resplandeciente.

El teléfono de Styles comenzó a sonar, y a juzgar por sus "¡Ya vamos! Esperen" se trataba de alguno de los chicos.

Corrimos a buscar algunos balones, y un platillo volador; además, agarramos algunas chucherías como papitas o Doritos para llevar. Los demás llevarían una carne asada, ensalada, cubiertos, servilletas y además un garrafón de agua ya que estaba haciendo algo de calor –no tan sofocante, solo no había tanto frío como acostumbraba– en el día; tal vez sea el fin del mundo.

Me monté en el asiento derecho del auto, esperando a que Harry se montara del lado del conductor. Prendió el auto, y decidí sintonizar alguna emisora agradable. Encontré I wanna rock de Twisted Sister sonando en estos momentos.

– I wanna rock! – Gritó Harry al ritmo de la canción.

– Rock! – Le secundé yo. Seguimos cantando, hasta que se acabó. Luego pasaron She will be loved de Maroon 5, y fue la misma historia. Ambos cantábamos gritando la letra y algunos conductores nos veían extrañados al pasar a nuestro lado.

Letters to Juliet [Harry Styles AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora