Capitulo Cuarenta y Siete

43 3 0
                                    

Capítulo 47.

– ¿Pero qué estás hablando, abuela? ¡Lorenzo está aquí! Tu Lorenzo vendrá dentro de poco –

Claire negaba la cabeza, aún en estado de shock.

– Fui una tonta en hacer esta búsqueda. Seguro ni se acuerda de mí. Nos conocimos cuando tenía quince años; apenas una chiquilla. Fue tonto venir –

En esos momentos escuchamos los pasos de un caballo venir hacia nosotros, y nieto Lorenzo corrió hasta él supongo que a decirle sobre Claire. Este asintió, y se bajó de aquel caballo blanco mirando fijamente a Claire.

– ¿Claire? –

La anciana caminó hacia él lentamente, mirándolo fijamente al igual que él a ella.

– Cuánto tiempo – Dijo con la voz perdida Lorenzo, tomando entre sus manos la cara de Claire.

– Cincuenta años – Asintió ella, con los comisura de los labios levemente inclinados hacia arriba.

Luego él, contra todo pronóstico, la abrazó fuertemente y se quedaron así unos minutos.

– ¿No es gracioso? Cuando ya todas las esperanzas están perdidas, llega el príncipe en su corcel blanco – Harry me miró divertido, y rodé los ojos soltando una pequeña risa.

– ¡Matas el momento! – Dije a modo de broma, y él se carcajeó.

– ¿Aceptarían mi invitación de almorzar conmigo y mi familia? – Nos preguntó Lorenzo en general. Terminamos aceptando dicha invitación, y se nos permitió llamar a nuestros amigos para que vengan también.

En solo una hora y media llegaron todos, sonriendo. Los saludamos, y ellos recibieron bastante bien a Lorenzo; todos nos llevábamos de maravilla. Y los hijos de Bartolini también eran agradables.

Lorenzo se levantó de su silla, y nos miró a todos sentados en la amplia mesa que parecía sacada de una película de Harry Potter. Carraspeó un poco para que le prestaran atención.

– Claire, tú perdiste a tu Jack hace tiempo. Yo perdí a mi Rose hace tiempo pero, nuestros caminos volvieron a conectarse y el destino quiso que sucediera así, entonces: ¿Quieres ser mi pareja, Claire? –

Claire nos miró, para luego dirigir su vista hasta el anciano y asentir.

– Claro que quiero, Lorenzo – Le miró con cariño y ambos unieron sus labios en un tierno beso.

Terminamos de comer, y me senté en una silla algo apartada que estaba colocada en el jardín del lugar. Observé todo, y sabía que los extrañaría. Si me iría, todo volvería a como solía ser mi vida antes de venir a Verona, y no quería.

Pude mirar cómo Nicholas caminaba junto a Naty detrás de un árbol alejado de todo, y enseñé mis dientes en una sonrisa. Otra pareja estaría pronto formada, estaba segura.

– Con que mirando donde no deberías, eh – Escuché una voz a mi lado. Me voltee y era Harry, quien me miraba esplendoroso con una sonrisa.

– Fue sin querer. Estaba observando todo; no quiero perder ningún detalle – Suspiré con tristeza.

– ¿Por tu libro? –

– Oh, no. Por mí –

Él asintió pensativo.

– Entonces, ¿te tienes que ir, chica Nueva York? –

¿Era yo, o escuché algo de tristeza en su voz?.

– Debo regresar a lo que era mi vida anteriormente, desgraciadamente – Dije lo último en mis pensamientos.

Harry respondió con un "Claro".

Letters to Juliet [Harry Styles AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora