Letters to Juliet [Harry Styles AU]

Capitulo Diez

Al día siguiente desperté rápido ya que la alarma comenzó a sonar. Me miró¿é al espejo, para luego soltar un bostezo. Recordé que tenía que ir hoy con Claire y su carismático nieto -nótese el sarcasmo-. Solté un suspiro para luego entrar a la ducha y lavarme mi cabello. Estaba tan en paz, toda relajada...

El teléfono comenzó a sonar mientras que me masajeaba el cabello con el shampoo.

- ¡Oh Dios! Quien quiera que sea no pudo agarrar mejor momento que este... - Exclamé enojada. Me lavé las manos, me las sequé rápido con la toalla y agarré el bendito aparato.

- ¿Aló? - Atendí con algo de enojo. Del otro lado se escuchó la risita de ayer en la mañana y eso me hizo enojarme más.

- ¿Vuelvo a interrumpir algo? - Preguntó, y ____ no estaba para verle, pero podía sentir cómo sonreía burlonamente.

- Bueno, tomando el hecho de que tengo shampoo en mi pelo... sí - Pude escuchar su risa de nuevo - Escucha, Styles... Háblame más tarde, estoy ahora mismo ocupada - Colgué, y suspiré frustrada. Ese chico, aún sin hablar mucho, le sacaba de sus cabales.

Seguí lavando mi cabello, le apliqué el acondiconador, lavé mi cuerpo y luego salí de la ducha y me sequé con la toalla. Fui a vestirme. La verdad era que no quería ponerme algo para asombrar a alguien porque, ¿a quién iría a asombrar si iba con Claire y Styles? pero, algo dentro de mí decía que debía arreglarme.

Me puse una franelilla blanca, con una chaqueta ligera a rayas blancas y negras, un pantalón pegado negro, y un colgante con una cruz. Unas pulseras en mi muñeca, y un poco de maquillaje. No me gustaba estar pintada como payaso...

Sonaba el teléfono de nuevo indicando una llamada, contesté y vi que era el chico egocéntrico.

- Sal rápido, ya estamos afuera, chica demonio - Yo suspiré. Odiaba que me llamara así. Yo no era una chica demonio... Volví a suspirar.

- Okay, ya voy - Murmuré, y colgué. Me despedí de Victor con un beso en los labios fugaz, y salí de la habitación. Al estar afuera del edificio, me adentré en el vehículo de el chico rulos.

- ¡Hola, Claire! ¿Cómo estás hoy? - Interrogué sonriente a la anciana. Ella me sonrió cálidamente de vuelta.

- Muy bien, querida... ¿Y tú? ¿Cómo te trata el día de hoy? - Me preguntó de la misma forma.

- ¡Bastante bien! - Respondiste más sonriente. Luego posaste tu vista en Styles, y la sonrisa se fue - ¿Cómo estás, Styles? - Preguntaste seca. Todavía estabas enojada por haber interrumpido su momento de tranquilidad. Harry soltó una risita. Al parecer era su payaso personal, ¿no?...

- Pues, ¡bastante bien, ______! ¿Y a ti cómo te va? - Me preguntó aguantando la risa. Ignoraste su pregunta, y entablaste conversación con Claire. Él sólo soltaba risillas.

- Oh, por cierto, Claire. Mañana no podré acompañarlos en la búsqueda... Saldré de paseo con mi prometido - Avisé sonriente. La sonrisa que Harry cargaba se esfumó, aunque él no sabía la razón.

- No te preocupes, cariño... ¿Al día siguiente sí estarás, o no? Porque créeme mañana hará falta tu compañía... - Murmuró ella. Le contesté con un "¡Claro que estaré!".

- ¿A cuál casa vamos primero? - Pregunté luego de unos minutos. La anciana me leyó la dirección, y yo asentí. Llegamos, y tocamos a la puerta.

- Estoy seguro de que no está... Él seguramente ya no viva siquiera acá, capaz y no está vivo - Hablaba negativamente Harry. Yo le miré.

- Escucha, no por el hecho de que tú creas en "el amor verdadero", quiere decir que no exista... Si no está en esta casa, debe estar en otra. Después de todo, hubo varios resultados... - Le afrontaste cara y suspiraste. El se quedó de piedra, y no dijo nada. Sonreí en mis adentros. ______: 1, Harry: 0.

Seguimos tocando, hasta que un chico joven venía caminando de la calle, y nos miró confundido.

- ¿Ustedes son...? - Preguntó.

- Oh, somos unos turistas, pero venimos buscando a un señor llamado Lorenzo Bartolini ¿Lo conoce? - Hablé yo sonriendo. Él asintió.

- Sí, murió hace algunos años... - Respondió él, y un nudo se formó en mi garganta. Voltee a ver a Claire, y ella murmuró un "Está bien...".

- Oh, gracias por decirnos... Adiós... - Me despedí amablemente, y nos adentramos al auto de nuevo.

- Tal vez no sea ése mi Lorenzo... - Dijo Claire sonriéndome. Yo asentí. Y cogimos camino hacia otra casa.